El crecimiento de la economía el 2013 alcanzó el 6,5%, el tercer mejor crecimiento después del alcanzado en 1960 (8,56%) y 1970 (7,82%), y la proyección para el 2014 es del 5,7%.
También es casi un hecho que la inflación maquillada del Gobierno no supere el 7,5% el 2013, la tercera más alta del periodo actual, después de la del año 2008 (11,85%) y 2007 (11,73%), proyectando 5,5% para el 2014.
Luego de alcanzar niveles de inflación estables en Bolivia durante casi una década (1998-2006) con 3,64% en promedio, el 2007 se descontrola la inflación en el país alcanzando el 11,73%, impulsado por el crecimiento de gasto público, y lo peor de todo es que este gasto no estaba destinado a la inversión, principalmente en los sectores productivos que pueden incrementar la producción nacional y generar mayores fuentes de empleos, como lo experimenta el sector privado.
En el 2008 se empieza a experimentar un crecimiento de los precios de las materias primas a nivel internacional y se veía venir una crisis alimentaria que harían presión al alza de los precios locales de los alimentos, por lo que el Gobierno veía venir un incremento aun mayor de la inflación en el país, y por esta razón en abril/2008, decide realizar un cambio en la metodología de cálculo de la inflación, incrementando los grupos de bienes y servicios de 9 a 12 y disminuyendo los ponderadores de los grupos más sensibles como son los alimentos y bebidas, vivienda, transporte y esparcimiento, así como también el incremento del número de artículos de la canasta familiar de 324 a 364.
Con esta nueva metodología de cálculo se pudo crear una inflación maquillada en Bolivia, mostrando para el 2008 un crecimiento inflacionario de apenas 11,85%.
Afortunadamente para el Gobierno en la gestión 2009 se atravesó por una crisis financiera a escala internacional, que permitió mantener niveles bajos de la inflación del 0,27%.
Los alimentos y bebidas
El 2010, el INE publica que la inflación alcanzó un 7,18%, nuevamente se reactiva el descontrol de la inflación por alimentos y bebidas, afectando de manera directa a la economía de las familias, en especial los más pobres. El 2011 se informa de que la inflación llegó al 6,90%; el 2012 al 4,55% y el 2013 al 7,5% según el ministro de Economía Luis Arce, que lo dijo en octubre del 2013.
Desde la gestión 2008 hago seguimiento al indicador de inflación que es muy sensible en la economía, además que el principal indicador para poder estimar los incrementos salariales en la subsiguiente gestión, y me tomé el trabajo de aplicar la metodología de cálculo de la inflación recomendada por los organismos internacionales, asignando los ponderadores correctos a los 9 grupos de medición, mes por mes, obteniendo una inflación real en el 2008 del 23,47%, para el 2009 del 3,44%, el 2010 del 15,28%, 2011 del 20,76%, 2012 del 10,70% y para el 2013 según datos oficiales se alcanzará el 15%.
Pérdida del poder adquisitivo
Para las familias pobres, los alimentos son un componente importante de su consumo, pero con la aplicación de la nueva metodología de cálculo de la inflación, sus ingresos se reajustan dando un menor peso a los alimentos, experimentando una pérdida real mayor a la observada, provocando que la sociedad en su conjunto termine con mayores desigualdades en la distribución del ingreso.
Realizando la sumatoria de los aumentos salariales otorgados desde la gestión 2006 y comparando con la estimación de las diferencias entre la inflación oficial y la real, entre 2008 y 2012, se advierte que hay una pérdida del poder adquisitivo de las personas empleadas del 27,6%, que en otras palabras, significa un deterioro significativo en su capacidad de compra, resultado de la subestimación de la inflación oficial del Gobierno que permite el otorgamiento de aumentos salariales bajos.
De acuerdo a información oficial, el Gobierno no tendrá problemas para incrementar los salarios el 2014, ya que el sector público goza de buena salud, se tiene superávit fiscal por octavo
año consecutivo, además que la previsión del PGE 2014 ha incrementado los salarios un 16%, para compensar y equilibrar el poder adquisitivo de los trabajadores, hasta por lo menos nivelar a la inflación real del 2013 (15%).
Los desafíos para el año que se inicia serían de mantener las ventajas comparativas con países vecinos, incrementar la superficie agrícola, desarrollar Puerto Busch para sacar los productos y obtener una salida al Atlántico, seguridad jurídica a inversiones, apertura de mercados, industrialización de recursos naturales (litio, gas, petróleo), construcción de plantas separadoras de líquidos, cambio de matriz energética, entre otros
PERFIL
Ámbito profesional
Economista, Máster en Gestión y Políticas Públicas, especialista en descentralización, director de Tesoro y Crédito Público de la Gobernación del departamento de Santa Cruz, analista económico.
Entre sus cargos anteriores, estuvo como director del Colegio de Economistas de Santa Cruz y es docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Escribió el libro Pacto Fiscal en Bolivia, además de ser consultor de la Fundación Milenio y Konrad Adenauer.
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