02 septiembre 2014

Bitcoin, verdadera revolución de los servicios financieros

La industria de los servicios financieros enfrenta actualmente un desafío único, desafío que representa también una inigualable oportunidad para satisfacer las demandas del nuevo “ciudadano de la banca”. Este desafío se llama: banca digital.
En el escenario digital que transitamos día a día, emerge con mayor fuerza una generación de “clientes digitales”: personas tecnificadas, con acceso a multiplicidad de dispositivos –cada vez más sofisticados– y con un nivel de conocimiento mayor.
Ellos nos exigen productos y servicios más complejos, rápidos y accesibles, en todo momento y lugar.
Y de la misma manera que Internet modificó la vida de las personas hace ya dos décadas, generando verdaderas revoluciones como en la industria del entretenimiento, hoy nos enfrentamos a un nuevo universo digital para los servicios financieros. En este universo, también nos encontramos con un nuevo jugador: Bitcoin.
¿Qué es Bitcoin? Es una criptomoneda, o en otras palabras, la moneda del mundo digital. Una divisa que se utiliza unas 60 mil veces promedio en transacciones diarias, y que posee más de 13 millones de monedas en circulación –que continuarán creciendo hasta al alcanzar su tope prefijado de 21 millones–, y que aún no cumplió los cinco años de vida. Es difícil saber a ciencia cierta el impacto final que tendrá en la industria, y menos a nivel macroeconómico global.
Quienes venimos trabajando para la banca digital desde sus comienzos –allá por 1995, con la aparición de Internet–, hemos sido testigos de los numerosos desarrollos de medios de pago digital y sus intentos por masificarse, algunos con mayor éxito que otros. Sin embargo, ninguno de estos servicios logró convertirse en un medio masivo global ni amenazar la subsistencia de la banca tradicional o de las tarjetas de crédito. De monedas virtuales, también hay experiencias que prometieron mucho y luego cayeron. Basta recordar los Linden dollars en el mundo virtual de Second Life.
Pero Bitcoin ya no es experimento de unos pocos. Se trata de una verdadera revolución de los servicios financieros, como fue presentado éste en la última conferencia de innovación e-Merge Americas en Miami. Hoy, Bitcoin es un medio de pago aceptado en numerosas tiendas on line, y no sólo “exclusivas”, sino más bien masivas, tales como Amazon, Dell, NewEgg.com, Avalancha.com o Aliexpress. Y algo todavía más sorprendente: también es aceptada en muchas tiendas a la calle, como por ejemplo en algunas franquicias de Subway.
Ahora bien, analizando el impacto que Bitcoin tiene sobre la tecnología financiera podemos ver que los principales beneficios son la facilidad de uso y el acceso a bajo costo.
Moneda virtual en mundo financiero
Actualmente, cualquier persona con un celular y conexión a Internet puede realizar transacciones finacieras (incluso desde lugares remotos donde no hay ATM) en cualquier parte del mundo, ahorrando tiempo y esfuerzo, sin necesidad de esperar 24 o 48 horas para obtener fondos. Éstas son, justamente, las características de la banca digital: en todo momento, en todo lugar y a bajo costo.
Hace un tiempo Wences Casares, un empresario exitoso y visionario de servicios financieros en Internet, me dijo: “Bitcoin es como Internet: si la gente lo demanda, no se puede detener”. Sin embargo, es cierto que es necesario analizar hasta qué punto puede crecer una moneda virtual sin la intervención de los reguladores. Tomemos el caso de Bitcoin en Bolivia y Ecuador, donde está prohibido. Y si los reguladores intervienen, deberemos ver cómo lo harán.
En el mismo sentido que Bitcoin, la tecnología omnicanal para la banca digital provee las herramientas que ayudan a la industria financiera a estar en todos los lugares todo el tiempo, y un bajo costo; permitiendo crear más y mejores modelos de negocio que aprovechen todo el conocimiento que atesora la industria. Y Bitcoin será uno más de estos modelos o será el único. El tiempo dirá.

EL AUTOR
Germán Pugliese Bassi. ICMO & Alliances, Technisys
Germán Pugliese Bassi se graduó de Contador Público en la Universidad de Belgrano (Argentina) y realizó estudios de posgrado en Universitá Bocconi (Milán), Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (Buenos Aires, Argentina) y Ecole Nationale de Ponts et Chausees (Paris).
Es miembro activo de AMBA / BAI. Con anterioridad a la fundación de Technisys, Germán Bassi trabajó para compañías multinacionales como Gillette, Cargill y Techint en el área de finanzas internacionales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario