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Ximena Paredes
Ximena Paredes
Cartel de una casa de cambios en la ciudad de La Paz.
Las ganancias provenientes de las operaciones de cambio de dólares por bolivianos son vitales para la banca y otras instituciones financieras, según lo reflejan cifras de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
En 2002, los bancos comerciales, fondos financieros privados (FFP), mutuales de ahorro y préstamo y las cooperativas generaron utilidades después de un período de pérdidas.
Ese año las ganancias emergentes de cambiar moneda significaron 379% de la utilidad total de la banca, 64% en el caso de los FFP, 57% para las mutuales y 11% para las cooperativas.
El año pasado, el peso específico de las operaciones de cambio representaron casi la mitad de las utilidades netas de la banca. En las otras entidades financieras por cada 100 bolivianos de las ganancias totales obtenidas, entre 11 y 19 bolivianos se originaron por cambiar dólares.
El 2000, el 95% de estas operaciones de cambio estuvieron en manos de la banca (más de 71 millones de bolivianos). Los FFP tenían 0,35%, las mutuales 2,71% y 1,52% las cooperativas.
Para 2011 estos porcentajes se modificaron sólo en algunos puntos para la banca, que realizó 93% del cambio de monedas. Las FPP subieron a 4,88% y las cooperativas, a 1,5%. Las mutuales bajaron a menos del 1%.
Una dependencia tan elevada de estas operaciones, particularmente en la situación histórica de la banca, refleja una vulnerabilidad estructural que, por lo general, se pasa de alto.
Esa situación adquiere mayor gravedad al considerar el origen administrativo de estas ganancias que son creadas por decisiones estatales que permiten, por un lado, que sean los bancos los que cambien moneda extranjera y, por otro lado, que exista una diferencia entre el precio de venta y compra de los dólares.
Según los registros del Banco Central de Bolivia, este margen era de dos centavos en 2000, se mantiene así hasta agosto de 2005 (cuando se inicia la política de bolivianización), luego sube a cuatro centavos y en noviembre del mismo año llega a ocho centavos. Es en 2006 que la franja entre precio de venta y compra del dólar alcanza los 10 centavos de boliviano.
La ampliación del diferencial cambiario fue definida por las autoridades monetarias con el objetivo de hacer atractiva la venta y castigar la compra de la moneda estadounidense, y así contribuir a un mayor uso de la moneda nacional.
Actualmente se permite una diferencia adicional de un centavo en el precio piso (de compra) y otro en el precio techo (venta).
El impuesto del siete por mil (0,70% para la banca y 0,35% para casas de cambio) aprobado en la Cámara de Diputados afectará a las operaciones de venta de dólares llevándose el 41% de las ganancias.
Si el nivel de operaciones con esta divisa extranjera repite lo alcanzado durante el año pasado, todavía beneficiarán a la banca con 50 millones de dólares -suma que se aproxima a una cuarta parte del total de las utilidades realizadas por los bancos comerciales- y el Estado se llevará 33 millones.
Estas cifras reflejan todavía la alta dependencia de la banca respecto a las operaciones de cambio de moneda.
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