11 junio 2014

En cinco meses, el BCB retira del mercado Bs 1.275 millones

Controlar la cantidad de circulante para prevenir un posible efecto inflacionario es el principal objetivo del Banco Central de Bolivia (BCB), que en cinco meses (enero-mayo) dejó de emitir Bs 1.275 millones.

Al respecto, Sergio Daga, del Centro Boliviano de Estudios Económicos (Cebec), indicó que esta es una estrategia del BCB que busca recortar la cantidad de circulante no solo por medio de una menor emisión monetaria, sino también por las Operaciones de Mercado Abierto (OMA), que saca liquidez a los bancos y, por la venta directa de bonos en la que el BCB paga tasas de interés entre el 4% y el 6%, que son superiores a los del mercado.

Daga hizo notar que la oscilación entre una mayor y una menor emisión monetaria se repite desde 2009 y que este comportamiento cíclico busca reducir los efectos negativos del alza de precios, en especial de los alimentos.

A su vez, Teófilo Caballero, expresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, sostuvo que la política agresiva del ente emisor con la venta de sus bonos no busca otra cosa que tratar de ‘secar’ el mercado, más cuando por efecto del clima hay algunos alimentos que tienden a encarecerse o por producto de actitudes especulativas el costo de vida se eleva. “Esta situación busca ser controlada por el Gobierno, por eso el BCB recurre a estas prácticas”, sostuvo Caballero.

Para el analista Carlos Schlink, el circulante entre 2006 y 2014 aumentó cuatro veces más, lo que genera que la política monetaria del Gobierno busque frenar el gasto, en especial el destinado al consumo, por lo que el recorte en la emisión monetaria es algo que debe ser considerado como una alternativa adecuada que, sumado a los bonos del BCB, logra mantener equilibrada la cantidad de efectivo que necesita el mercado interno.

Alimentos, los más sensibles

Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), el precio de los alimentos es el punto más sensible a la hora de analizar la inflación, pues en los asalariados, el gasto por la compra de estos productos representa un 39% de sus ingresos.

Para la institución es importante controlar que los costos no se eleven; más allá de una menor emisión monetaria, a lo que se debe apuntar es a generar una mayor capacidad productiva, más puestos de trabajo y la capacidad de aumentar las alternativas para ofrecer productos con valor agregado y no solo trabajar en el área de la oferta exportable tradicional como son los minerales y los hidrocarburos


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