18 junio 2012

Tipo de cambio para el desarrollo

El tipo de cambio en el país no debería ser utilizado sólo como un instrumento antiinflacionario, como lo está haciendo el Gobierno; sino fundamentalmente como un instrumento de desarrollo, tal como lo hacen otros países, advirtió el analista y gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.

En su criterio, el tipo de cambio debería ayudar a lacompetitividad de las exportaciones, particularmente a las no tradicionales, a fin de que su comercialización en el mercado exterior signifique mejorar los niveles de producción en el país, ampliar la base productiva y aumentar la generación de mano de obra.

“Hipotecar las posibilidades de desarrollo utilizando el tipo de cambio como una herramienta inflacionaria es, hoy en día, más de lo que hemos visto en el pasado con los gobiernos neoliberales”, sostuvo.

Refirió que la excesiva preocupación por la inflación ha hecho que el Gobierno se ponga una “camisa de fuerza” respecto al manejo del tipo de cambio que, de alguna forma, hipoteca las posibilidades de un mayor desarrollo. Privilegiando el control de la inflación, lo que está haciendo el Gobierno es restar posibilidades de competir a los productos nacionales con un tipo de cambio bajo.

Alvarado agregó que “esta política es típica del modelo neoliberal, busca mantener a toda costa la estabilidad macroeconómica, destruyendo fuentes de trabajo”.

ANÁLISIS

Exportadores

están en alerta



Juan Pablo Demeure



| Presidente de la Cámara de exportadores


Como parte de la estrategia para restringir la circulación de dólares, los gobiernos de Argentina y Brasil comprometen dinamizar el acuerdo firmado el 2008 por el BCRA y el Banco Central de Brasil durante la presidencia de Luiz Ignácio “Lula” da Silva, quien pretendía eliminar el dólar del comercio bilateral y que se desarrolle a pleno el sistema de pagos en monedas locales.

Si bien el sistema no ha sido aprovechado por las empresas nacionales, las transacciones están en aumento. En el primer trimestre de este año, comparado con el mismo período de 2011, el uso de este mecanismo creció un 32 por ciento en la cantidad de transacciones y un 16 por ciento en el monto operado. Se calcula que más de 450 empresas argentinas ya trabajaron con esta modalidad.

Estas medidas adoptadas en los países vecinos muestran un panorama poco favorable para el sector productivo y exportador boliviano.

Por el lado productivo, al tener un dólar sobrevaluado en el país nos veremos inundados en poco tiempo de productos con menor precio que los que podemos producir en la industria nacional, lo que generará un mayor desempleo local.

En cuanto a las exportaciones, las realizadas con el Mercosur bajarán y nuestra competitividad global también se vendrá abajo, aumentando así los niveles de desempleo y debilitamiento del aparato productivo nacional que, dicho sea de paso, está desamparado de medidas protectoras de parte del Gobierno.

Por donde veamos, si sostenemos un dólar fuerte vamos a tener una competencia desleal de productos de otros países y con gravísimos efectos, en el corto y mediano plazo, en los sectores productivo y exportador de nuestro departamento y de todo el país en su conjunto.

Este escenario es de preocupación profunda del sector exportador ya que las empresas pequeñas y medianas exportadoras, son las que tendrán menores alternativas y espacios para superar estos elementos que van mermando la permanencia de nuestros productos en mercados internacionales y la misma sostenibilidad de las empresas. No hay que olvidar que este sector es el mayor generador de empleo en el país.

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