Tras 27 días del paro general en Potosí, mucha gente acudió a las diferentes casas de empeño de la ciudad con el propósito de adquirir préstamo para cancelar sus deudas en las entidades bancarias.
“Ojalá me puedan prestar algo de dinero aquí porque si no estoy fregado, el banco no te espera y tenemos que pagar hasta el último centavo”, dijo un ciudadano que esperaba agarrado de un electrodoméstico en una casa de empeño en plaza 25 de Mayo.
Así como él había otros, entre hombres y mujeres, para adquirir un préstamo. “No tengo otra cosa que prendar mi anillo, este paro nos ha perjudicado, estaba sin trabajar. Pero lo peor no hemos conseguido nada con el paro”, dijo otro potosino que aguardaba ser atendido.
Sin embargo, casi todas las personas que acudieron a las casas de empeño coincidieron que ellos viven del día. “Si no trabajamos, no hay dinero, y ahora no tenemos dinero y debo al banco”, lamentó una señora que no quiso dar su nombre.
El responsable de la casa de préstamo, Wilfredo Morodías, dijo que muchas personas acudieron a realizar un préstamo bajo garantía de un objeto de valor con el fin –dijeron– de pagar sus deudas al banco.
“Todos han quedado sin dinero en estas movilizaciones, tienen que pagar al banco y nuestros créditos aquí son más viables y rápidos donde la gente viene con una prenda para prestarse dinero para cubrir a las entidades financiera, ahí no perdonan”, dijo a el Potosí.
Morodías afirmó que la mayoría de la gente que acudió llevó consigo un objeto de la línea blanca para el préstamo respectivo. “Trajeron computadoras, joyas, movilidades y de todo un poco”, complementó.
El mayor préstamo de dinero que entregó fue de 3.000 dólares a cambio de los papeles de un vehículo. Ayer, según el entrevistado, la cantidad de gente disminuyó tomando en cuenta del día anterior que mucha más gente acudió a buscar un prestamos con una garantía prendaría.
En cuanto a los plazos ofrecidos a los prestamistas, el dueño de la tienda de préstamo, señaló que varía de acuerdo con la cantidad de dinero.
Las quejas
Durante los días del paro general indefinido, había mucha gente que se quejaba, a través de los medios de comunicación, que el conflicto iba a traer consecuencias económicas en familias que viven y ganan del día.
El pueblo potosino soportó 27 días de paro general indefinido demandando la atención al Gobierno del pliego regional de 26 puntos.
Marchas, bloqueos y huelgas de hambre caracterizaron a la movilización de los potosinos.
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