El saldo en cuenta del año pasado fue el más bajo de este período gubernamental, debido al crecimiento de las importaciones, lo que impidió un mejor resultado en la balanza comercial, a pesar del crecimiento de las exportaciones.
“El saldo en cuenta corriente, aún cuando positivo, fue 44,5 por ciento menor en relación al saldo obtenido el 2010”, asegura el análisis de la actividad económica del país en el 2011, elaborado por la Fundación Milenio.
“La fuerte expansión de las importaciones el 2011 redujo la balanza comercial, a pesar de la expansión del valor de las exportaciones”, agrega al señalar que este comportamiento da como resultado un saldo en cuenta corriente el más bajo desde el 2005.
Por otro lado, si bien, las cuentas fiscales alcanzaron un superávit de 0,8 por ciento del Producto interno bruto (PIB), es “un saldo menor al alcanzado el 2010”, señala Milenio al explicar que “este superávit provino del superávit de las empresas públicas, que alcanzó un equivalente al 1,9 por ciento del PIB, mientras que el gobierno general volvió a sufrir un déficit de 1,1 por ciento del PIB”.
“El superávit del sector público no financiero (SPNF) no fue mayor porque los egresos aumentaron un 25,3 por ciento, en tanto que los ingresos subieron en una proporción menor; 22,8 por ciento”, señala el análisis.
Para Milenio el fuerte crecimiento de los egresos del SPNF “es el resultado de un incremento importante de la inversión pública”, además señala que “el incremento del gasto de capital registra un aumento del 50 por ciento, mientras que los egresos corrientes crecieron en 17,1 por ciento”.
ROL FUNDAMENTAL
La Fundación Milenio señala que “el 2011 fue otro año positivo para el sector financiero. Los activos del sistema bancario se incrementaron en 21,3 por ciento, la misma tasa a la que se expandieron los pasivos y el patrimonio”.
Añade que “el aspecto más relevante fue la importante expansión de la cartera, que creció en 26 por ciento, lo que hizo que la banca vuelva a tomar un rol importante en la intermediación financiera”.
“Los sectores a los que se dirigió el crédito fueron principalmente el comercio y el sector inmobiliario”. Sin embargo, “la proporción de la cartera destinada al sector productivo decreció”.
La cartera destinada al comercio, el financiamiento de la construcción y la compra de bienes inmuebles suma el 68 por ciento del incremento de la cartera total del año pasado, señala el análisis.
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