Bolivia registra en ocho meses una inflación del 2,72%, es decir, casi la mitad de lo proyectado por la administración gubernamental para 2012, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El estudio menciona que en agosto se registró un aumento de precios al consumo del 0,35% con respecto a julio. La variación de los precios en los últimos 12 meses fue del 4,36%.
El incremento en el anterior mes fue atribuido al aumento del precio de alimentos como cebolla, papa y haba, primordiales en la dieta de los bolivianos. No obstante, el alza fue atenuada por la baja del tomate y de la carne de res con hueso.
Cabe recordar que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mide las variaciones de precios de un conjunto de bienes y servicios de consumo de las ciudades de Sucre, La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Tarija, Santa Cruz, Trinidad, Cobija y El Alto.
El analista económico Teófilo Caballero dijo que hasta el momento el crecimiento del país sigue siendo aceptable, pero insuficiente para reducir los niveles de pobreza. “Bolivia debe crecer a tasas arriba del 6,5% para reducir la pobreza vía generación de empleos”, señala.
Agrega que la inflación acumulada a julio hace pronosticar que la misma puede bordear el 4,5% hasta fin de año dependiendo de cómo se comporten los factores climáticos durante el segundo semestre.
En su Informe de Política Económica, el Banco Central de Bolivia prevé una inflación del 5% para esta gestión.
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