El crédito agropecuario está cosechando sus primeros resultados. A poco más de un año de que la Autoridad de Fiscalización del Sistema Financiero (ASFI) puso en vigencia el Reglamento para Operaciones de Crédito Agropecuario y Crédito Agropecuario debidamente Garantizado, la cartera acumulada (de 2012 y hasta mayo de 2013) a este sector clave para la producción de alimentos suma $us 600 millones, de los cuales un 72% ($us 435 millones) ha sido canalizado por los bancos.
Así lo reveló a DINERO la directora ejecutiva de la ASFI, Lenny Valdivia, agregando que otros $us 143 millones fueron colocados por los fondos financieros privados (FFP) y $us 23 millones a través de las cooperativas de ahorro y crédito.
Los préstamos dirigidos a las grandes, pequeñas y micro empresas del agro (que incluye agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca) se reactivaron luego de la Resolución ASFI 119/2012 emitida en abril del año pasado, haciendo que crezcan un 31% en 2012.
“A partir de la normativa las entidades han trabajado bastante en promover productos y servicios financieros destinados a diferentes sectores agrícolas”, sostiene Valdivia, agregando que algunas se enfocaron a financiar a productores de maíz, quinua, sorgo, girasol e incluso papa.
Por ejemplo, un convenio realizado entre Fedeple y los bancos Mercantil Santa Cruz y Bisa permitió que unos 70 productores lecheros hayan accedido a créditos de más de $us 2,5 millones.
“Estamos satisfechos con este crecimiento de la cartera al sector agropecuario. Eso demuestra que las entidades se están esforzando para llegar a sectores que antes no tenían acceso a los créditos, como es el sector de la horticultura y tubérculos”, indicó.
Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), manifestó que los bancos han venido desarrollando productos especializados para el sector agropecuario, considerando las distintas alternativas que hoy la norma permite para garantizar estas operaciones.
Sin embargo, también reveló que pese a ello, “este crecimiento se ve limitado, especialmente para medianos y pequeños que tienen problemas en la titulación de sus tierras, por lo que no pueden ser usadas en garantía de créditos, o no cuentan con contratos que aseguren el flujo necesario para repago”.
Bancos al ataque
Marcia Villarroel, gerente general del Banco Unión manifestó que hasta marzo de 2013, la cartera para el sector productivo de la entidad asciende a $us 308 millones, de los cuales el 10,8% se destinó al sector agropecuario.
Villaroel indicó que para esta gestión el Banco Unión ha presupuestado $us 15 millones para el financiamiento agrícola, monto que no incluye los programas conjuntos con el FDP (Fideicomiso de Desarrollo Productivo de BDP). El banco también ya ha prestado recursos provenientes del BDP (Banco de Desarrollo Productivo) que a la fecha suman $us 71,2 millones, destinado al repoblamiento ganadero y la producción de sésamo, quinua orgánica y caña.
“El banco con la finalidad de incentivar el crédito en los productores y así promover el desarrollo del sector agropecuario, ha decidido destinar el 27% de su cartera al sector productivo al finalizar la gestión”, indicó Mauricio Porro, gerente de Márquetin del Banco Mercantil Santa Cruz.
Miguel Navarro, vicepresidente regional del Banco BISA, manifestó que han fortalecido los diferentes productos diseñados para el sector y los han difundido de manera agresiva para apoyar a los productores.
“Hoy el banco cuenta con condiciones, tanto en plazo como en tasa de interés, muy competitivas, y sobre todo acorde a los diferentes ciclos productivos”, expresó Navarro. El Bisa se trazó la meta de llegar a tener un crecimiento en la cartera agropecuaria de $us 20 millones este año.
Otro banco como el BCP, al mes de abril tiene una cartera de créditos dirigido al segmento productivo de más de $us 260 millones, de los cuales más del 12% corresponde al subsector agropecuario. Mientras que el Banco Económico destaca que de abril de 2012 a abril de 2013 la cartera del sector productivo creció un 28% y la del subsector agropecuario en 67%.
La cartera productiva del Banco Ganaderto a abril del 2013 asciende a $us 237,7 millones. Un 9% destinó al agro. En tanto que los préstamos del BNB al sector productivo a la misma fecha asciende a $us 398,5 millones, de los cuales el 15,4% llegaron como créditos agropecuarios
La tierra sigue siendo una limitante en la otorgación de créditos
Para la banca y el sector agropecuario la tierra sigue una limitante en la otorgación de créditos al sector agropecuario. Las propiedades agrícolas todavía no son objeto de garantía para la banca, ya sea por falta de saneamiento, por el riesgo de ser avasalladas y porque el tiempo de la revisión de la Función Económica Social (FES) es corto (dos años). A ello se suma la falta de un seguro agrícola que tenga participación del Estado.
“Esperamos que los productores puedan acceder de forma oportuna (a los créditos) y para ello también necesitamos que nuestras propiedades sirvan de garantía y para ello estamos gestionando la Ley de Pausa en la FES, que será de mucho beneficio para todo el sector”, manifestó Edilberto Osinaga, gerente de la CAO.
Con esta apreciación coincide David Suárez, director del Cebec-Cainco. “Esto está relacionado con agilizar el saneamiento de tierras con la titulación respectiva, aprobar una Ley de Pausa de la FES, ya que los dos años para su verificación que se tiene actualmente inviabiliza a las tierras como garantías”, afirmó.
Suárez también remarca que se debe cortar los avasallamientos que generan inseguridad y hacer fehaciente y rápido el registro de maquinarias.
Nelson Villalobos, de Asoban, explicó que cuando un crédito entra en mora, los procesos de ejecución para la adjudicación de la propiedad del bien demoran al menos dos años y se requiere también de un tiempo similar para su venta. “En ese período la tierra no es trabajada, con lo cual los bancos corren el riesgo de perderla porque no estarían cumpliendo con la FES”, advirtió.
A fines de la gestión pasada se presentó a la Cámara de Diputados un proyecto de Ley para la ampliación del plazo para la verificación de la FES, sin embargo ha sido postergado en su tratamiento y hasta la fecha se desconoce cuándo será considerado.
Para el analista Ludwig Toledo la producción agrícola podría servir como una garantía, porque es la forma como trabajan los productores soyeros con plantas industriales aceiteras. “Es una especie de venta a futuro que le hacen los agricultores a las industrias”, indicó
El seguro agrícola debe ser subvencionado
Marco Michel Rivero / Economista Y MBA
Se debe partir de un principio de responsabilidad social tanto del Estado como de la banca ante el público, por cuanto los ahorristas son dueños potenciales por mayoría de todo el sistema bancario. Por lo tanto el Estado no debe inducir a la banca a cometer imprudencias en el otorgamiento de créditos.
Entonces, el seguro agrícola masivo para municipios pobres debe ser subvencionado por los niveles gubernamentales, el nacional, departamental y municipal, proporcionalmente a la percepción de ingresos fiscales. El productor agrícola que requiere financiamiento para escapar de la pobreza, no tiene condiciones para asumir el costo de la prima de un seguro como el agrícola, y tampoco es inteligente cargárselo a la banca. El seguro agrícola masivo solo será atractivo para la banca si el mismo actúa de la misma manera que el seguro de desgravamen hipotecario en los créditos de vivienda y vehicular.
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