A treinta llega el número de propietarios de casas de cambio en todo el país que decidieron cerrar una vez confirmada la disposición del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas para que tributen igual que las demás entidades de intermediación financiera y sin ninguna ventaja adicional.
Un documento al que accedió la Agencia de Noticias Fides da cuenta que una de las empresas señala como el motivo de cierre su cambio a Empresa Jurídica; dos se cambiaron a empresas unipersonales; cinco se transformaron a empresas encargadas de remesas.
Acusando al elevado tributo del Impuesto a la Venta de Moneda Extranjera (IVME), que en las últimas horas se ratificó la aplicación de la alícuota del 0,70 por ciento sobre la venta de todo clase de moneda extranjera 14 empresas argumentan como motivo de cierre al "costo elevado en el proceso de regulación", fundamentalmente los tributos que se debe erogar.
En tanto que argumentando falta de seguridad por temas de robo o asalto, tres empresas decidieron dejar el rubro. Una de ellas se declaró implicada en un proceso de estafa, por lo que cerró definitivamente. Y cuatro señalan a "motivos personales" el cierre de sus casas de cambio.
"Es muy difícil de sobrevivir con un margen de 7 puntos (5 corresponden al pago del impuesto), porque la gente acudirá al sector informal en busca de mejor precio", señaló una de las propietarias de esas casas de cambio en contacto con ANF.
La Ley 291, de 2012, establecía que las casas de cambio debían pagar el 50% de la alícuota fijada para la banca, cuyo impuesto es del 0,70%, es decir la alícuota de 0,35% y un año después el Gobierno decidió nivelar ese impuesto para todos los sectores, más aún tomando en cuenta el incumplimiento que señaló el ministro Arce Catacora al compromiso de parte de los propietarios de las casas de cambio.
Desde el sector de las casas de cambio, se argumenta que el Banco Central de Bolivia estableció un margen de 10 puntos entre compra y venta, es decir que las casas de cambio puedan moverse dentro ese margen.
"Al tener establecido 10 puntos de margen, no estamos trasladando ningún costo al cliente. El beneficio adicional que las casas de cambio tenían con la antigua ley fue trasladado al cliente en el que pudimos ofrecer un margen diferencial de 5 puntos entre compra y venta. Lamentablemente al suprimir el beneficio, tenemos que suprimir el beneficio que trasladamos al cliente ampliando el margen a 7 puntos de diferencia", dijo la fuente consultada.
Finalmente, señaló que el nuevo costo del gravamen se constituye en "un desincentivo y que la decisión asumida no debería sobreponerse a un Reglamento en proceso que debería emanar de la Ley de Servicios Financieros". Además, que se ha constituido en una "desmotivación" que los impulsa a la informalidad.
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