El Instituto Nacional de Estadística (INE), informó de que en ocho meses del 2013, la inflación está en 4,23%, cerca del porcentaje calculado hasta diciembre del presente año, 4,5% realizado por el Gobierno y el Banco Central de Bolivia (BCB). Tarija y Sucre son las ciudades que pagan más caro la factura de los precios altos.
Según datos del INE, la variación porcentual de 1,34% en el mes de agosto, se explicó por el incremento de precios en las ciudades de Tarija 3,72%, Sucre 2,22%, Cochabamba 1,61%, Oruro 1,59%, Santa Cruz 1,31%, Potosí 1,07%, La Paz 0,92% y Trinidad 0,30%. Por el contrario la ciudad que presentó contracción de precios fue Cobija con 0,47% (ver infografía).
Para muestra basta citar que en Sucre el precio del kilo de pollo subió de Bs 14 a 16 en agosto y actualmente se sitúa en Bs 18; la papa, el tomate y la arveja también registran alza.
La situación en Tarija es peor. El precio del tomate y la papa están por las nubes. El kilo de tomate fluctúa entre Bs 14 y 17; el kilo de pollo Bs 18 y 19 y las tres libras de papa Bs 20.
Analistas preocupados
Los datos de inflación correspondiente a agosto y del orden del 1,34% más del doble con relación a julio, es algo inesperado para los analistas.
“Está claro que la tasa de inflación prevista para el Gobierno para el 2013 del 4,5%, no se cumplirá. Estimo que la inflación para fin de año se puede cerrar en torno al 7%”, comentó el expresidente del BCB, Armando Méndez.
En criterio del economista, Gary Rodríguez, las proyecciones del Gobierno serán rebasadas sin dificultad hasta fin de año, tomando en cuenta que la cantidad de dinero en manos de la población aumentará por el pago de aguinaldos, primas, sueldos, bonos, remesas desde el exterior y la subida de créditos de consumo con motivo de las fiestas de fin de año.
De repetirse solo los niveles del IPC del 2012 entre septiembre y diciembre, la inflación del 2013 bien puede estar cerca del 6%. De hecho, según el INE, la inflación acumulada a 12 meses es ya del 6,08%.
Según los especialistas, el problema estriba en que desde hace meses en el país hay demasiada liquidez y por razones que hay que estudiar hay una contracción de alimentos.
Sugieren al Gobierno que baje las expectativas de inflación con la disminución de la expansión del gasto público.
Carlos Schlink señala que la única manera de frenar la inflación es a través de políticas monetarias rápidas que saquen liquidez del mercado.
Optimismo gubernamental
El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, afirmó que los precios de los alimentos de la canasta familiar tienden a "congelarse" en septiembre y octubre pues hay soberanía alimentaria, además que el Gobierno garantiza estabilidad
PARA TOMAR EN CUENTA
LA BASE MONETARIA
En la actualidad la base monetaria del país es de 6.157 millones de dólares, equivalente a 42.854 millones de bolivianos, habiéndose incrementado por la excesiva emisión de moneda local, por los créditos de las empresas publicas estratégicas, etc.
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