En Bolivia y en otros países de la región las políticas de fijación de tasas de interés pasivas y activas apuntan a la reducción del costo del dinero y al control de la inflación. Sin embargo, la regulación no compensará la pérdida del poder adquisitivo, sostienen tres analistas.
El 9 de julio, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 2055 que determina que las entidades del sistema financiero deberán pagar un interés mínimo de 2% anual para los depósitos en caja de ahorro con montos menores a Bs 70.000, medida que beneficiará al 90% de los ahorristas.
La norma además fija los techos máximos de las tasas de interés para el sector productivo según el tamaño de éstas: 6% para las empresas grandes y medianas, 7% para las pequeñas y 11,5% para las microempresas.
El ministro de Economía, Luis Arce, recordó que cuando el actual Gobierno comenzó a dirigir el país (2006), la cartera para los créditos productivos y de vivienda social no pasaba del 20% y ahora, con la nueva Ley de Servicios Financieros, el porcentaje deberá llegar al 60%.
Además, dijo, las tasas pasivas en caja de ahorro “eran una miseria en el pasado”. Mencionó que se pagaba menos del 1% y que había bancos que pagaban tasas de interés entre 0,2, 0,3 y 0,5%. “Prácticamente (era) cero de interés para el público”, dijo.
El exministro de Desarrollo Productivo Horst Grebe aseguró que en general no es recomendable la regulación de tasas de interés pasivas y activas a menos de que se haga a corto plazo y en circunstancias especiales. “La situación es complicada en el país por la fijación de topes a las tasas pasivas y activas con miras a bajar el spread (diferencia entre tasas pasivas y activas) de los bancos”, afirmó.
El experto sostuvo que la aplicación de la norma bajará las utilidades del sistema financiero y que el hecho de que el interés pasivo sea menor a la inflación (6,48% en 2013 y 3,05% a junio de este año) reducirá el ahorro financiero, lo cual “no es bueno”.
CONTROL. Para el analista Julio Alvarado, la elevación de las tasas pasivas no compensa la pérdida del poder adquisitivo del dinero, porque la inflación es mayor que el interés.
A decir del analista económico Jimmy Osorio, estas medidas regulatorias son adoptadas para controlar la tasa de inflación mediante la captación de ahorros a tasas atractivas.
El control de tasas “no es una buena medida económica” porque “distorsiona el mercado, según Alvarado, para quien la economía boliviana es capitalista pues rige la oferta y la demanda”. Por ello, señaló, estas normas son adoptadas por países de la región para “disminuir el costo del dinero y devaluar su deuda”.
En Colombia, las tasas son regulada por el Banco de la República, que en junio aumentó la tasa de interés de referencia a 4% a fin de contener la presión inflacionaria.
En Ecuador, en los últimos años, las limitaciones a las tasas, comisiones y servicios que cobra la banca se endurecieron. Estas medidas buscan dar al Estado la capacidad de bajar el costo del dinero ante la incapacidad de fuerzas del mercado para fijar tasas que propicien el crecimiento económico, según analistas de ese país.
En tanto, el Banco Central de Venezuela regula las tasas máximas y mínimas del sistema financiero para que éstas “respondan con el compromiso que tienen ante la sociedad y con el desarrollo equilibrado, en coordinación con la política económica y los objetivos del Estado”.
Alvarado acotó que la regulación de tasas activas y pasivas incentivará a la banca boliviana a dedicarse a otras actividades que generen lucro.
A decir de Arce, la fijación de tasas pasivas no afectará a las financieras porque hay otras actividades que les pueden generar más utilidades.
Asoban ve falta de consenso
Crédito
El 10 de julio, el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Nelson Villalobos, sostuvo que las nuevas tasas de crédito para el sector productivo que aprobó el Gobierno “no son tasas de consenso” y que afectarán al 90% de las cuentas de los ahorristas.
Regulación
Villalobos indicó que las nuevas tasas deberían ser reguladas por el mercado y que para esto el Ejecutivo tiene, a través del Banco Central de Bolivia (BCB), políticas monetarias que pueden orientar el mercado para definir las tasas activas y pasivas en el sistema financiero del país.
La explicación del experto
‘Estas medidas tienen carácter antiinflacionario’
Antes, las tasas de interés pasivas eran muy bajas para las cajas de ahorro y los Depósitos a Plazo Fijo (DPF). Con la nueva normativa se pretende que el usuario se beneficie de alguna forma por la pérdida del poder adquisitivo, cuando estos recursos ingresen al sistema financiero. Esta medida también afectará de manera sustancial los intereses de las entidades financieras. Otro efecto que se puede ver con esta norma es que habrá un control inflacionario, ya que el usuario al contar con tasas de interés pasivas más atractivas en las entidades tratará de dejar la mayor parte de su dinero en el sistema, con lo cual se controlará la tasa de inflación mediante las captaciones de estos recursos en las entidades, evitando que este dinero no esté girando en el mercado. Además, cabe señalar que la elevación de las tasas pasivas en el país tiene un carácter más social debido a que están destinados a ahorros menores a los Bs 70.000. Este tipo de medidas regulatorias son adoptadas en Ecuador y Venezuela con un carácter antiinflacionario, más allá del beneficio directo a la microeconomía. Esto se ha podido reflejar en algunos países donde la aplicación de este tipo de mecanismos han podido lograr de alguna forma el control de la tasa de inflación, como es el caso de Ecuador.
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