20 enero 2013

BM prevé que Latinoamérica crecerá al ritmo de 3,5% en 2013

El Banco Mundial estima que el crecimiento regional aumente a 3,5 por ciento en 2013, con un promedio de alrededor de 3,9 por ciento durante 2014-15, principalmente gracias a un contexto de políticas de adaptación en algunas de las principales economías de la región y el apoyo de la mayor demanda externa e interna.

Asimismo se prevé que el crecimiento de Brasil se acelerará a 3,4 por ciento en 2013, impulsado por políticas de adaptación monetaria y fiscal, cuyos plenos efectos aún están por verse, según su último informe sobre las Perspectivas económicas para América Latina:Asegurar el crecimiento a Mediano Plazo.

Según los pronósticos, el crecimiento de México disminuirá a 3,3 por ciento en 2013, en parte debido a la menor expansión de Estados Unidos. Los exportadores de energía como Bolivia, Venezuela y Ecuador registrarán una desaceleración en su crecimiento, al igual que América Central. El Caribe repuntará levemente, sobre todo gracias a República Dominicana.

2012, la región pierde impulso

El crecimiento económico se desaceleró abruptamente en América Latina y el Caribe en 2012, con lo cual la región registró el segundo peor desempeño entre todas las zonas no desarrolladas del mundo, después de Europa en desarrollo y Asia central, según el informe del Banco Mundial.

Asimismo señala que un entorno externo débil y la contracción de la demanda interna contribuyeron en gran medida al mediocre crecimiento del PIB regional, estimado en 3 por ciento en 2012 (4,3 por ciento en 2011).

El crecimiento de Brasil, la principal economía de la región, perdió notoriamente su impulso para llegar a una cifra estimada de 0,9 por ciento en 2012, de un ya modesto 2,7 por ciento en 2011; mientras que en Argentina, el crecimiento se contrajo de 8,9 por ciento el año pasado a apenas un 2 por ciento.

La desaceleración fue menor en América Central y el Caribe, mientras que la economía de México, la segunda más grande de la región, siguió siendo sólida e incluso se expandió en alrededor de 4 por ciento en 2012, pese a sus fuertes vínculos con la economía de Estados Unidos, en incipiente recuperación. En otros lugares de la región, el desarrollo fue relativamente positivo, si bien más débil que en 2011.

Chile registró un activo desempeño con un crecimiento estimado en 5,8 por ciento en 2012, al igual que Panamá (10 por ciento) y Perú (6,3 por ciento).

La actividad económica presentó un panorama bastante variado en la región en 2012.

La producción industrial perdió impulso –aunque no en todos los sectores– durante la primera mitad del año, pero se recuperó en el tercer trimestre de 2012 para luego mostrar indicios de una nueva debilidad en el cuarto.

El aumento de las remesas se desaceleró debido a las flojas condiciones laborales en los principales destinos migratorios de Estados Unidos y Europa.

Por otra parte, la región recibió la mayor proporción de flujos de capital bruto (emisiones de bonos internacionales, préstamos bancarios sindicados transfronterizos y colocaciones de capital) hacia naciones en desarrollo, dando cuenta del 33 por ciento del total de 412.000 millones de dólares durante los 10 primeros meses de 2012.

Riesgos y vulnerabilidades

La región sigue siendo vulnerable a un entorno externo incierto, a la creciente exposición a Asia y a factores específicos de cada país.

Asimismo, si se estanca la zona del euro y hay parálisis fiscal de Estados Unidos; es decir, si alguno de estos escenarios se concreta, el consiguiente debilitamiento de la demanda mundial y de la demanda de productos básicos afectaría negativamente los precios, los ingresos, el saldo fiscal y el crecimiento del PIB en la región, en particular en los países exportadores de estos productos.

El BM advierte que las naciones con menos amortiguadores macroeconómicos podrían quedar inermes en caso de un debilitamiento de la demanda mundial.

Errores en políticas públicas

Los desequilibrios internos y/o los errores en materia de políticas también pueden afectar el crecimiento de algunas economías de la región. En las naciones del Caribe, donde los sistemas financieros son débiles, una desaceleración abrupta del crecimiento podría deteriorar la calidad de los créditos y perjudicar aún más el desarrollo económico.

Dinero itinerante

En el corto plazo, un posible retorno de dinero itinerante podría complicar la aplicación de políticas públicas en economías integradas financieramente en la región, generando apreciaciones monetarias. Sin embargo, a mediano plazo, las expectativas de aumentos en el costo del capital podrían limitar la inversión y el crecimiento.

Mirar hacia el este

A medida que la región, particularmente América del Sur, se torna cada vez más dependiente de las exportaciones hacia el Este asiático, en especial a China, el riesgo de una desaceleración más fuerte de lo esperado en dicho país es un problema importante, sobre todo para los exportadores de productos básicos.

Se espera una caída de los precios de materias primas

Los precios mundiales de las materias primas bajarán en 2013 porque el mediocre crecimiento económico no logrará generar la suficiente demanda para mantenerse al día con la producción de materias primas, dijo el Banco Mundial en un estudio.

Las condiciones meteorológicas extremas y las renqueantes economías podrían provocar más descensos en los precios, dijo la organización con sede en Washington en su informe semestral de Perspectivas Económicas Mundiales.

Aunque las economías de Estados Unidos y China parece que seguirán con su lento crecimiento, el problema de la deuda en Europa sigue lastrando la expansión económica, reduciendo el apetito por las materias primas, dijo el Banco Mundial.

El crudo Brent, utilizado como referencia para los precios del petróleo en el mundo, valdrá de media 102 dólares por barril en 2013, 3 por ciento menos respecto al precio medio de 2012, debido al aumento del suministro en Norteamérica, África Occidental y Latinoamérica y porque la demanda seguirá floja en la mayor parte del mundo.

Los precios de los alimentos deberían bajar 3,2 por ciento de la mano del fuerte descenso de los de los aceites para consumo humano, como el aceite de soja y el de palma, según el informe. Sin embargo, la meteorología extrema —como la sequía en Estados Unidos o la ola de frío en China— podrían provocar incrementos súbitos de los precios del trigo y el maíz, indicó el Banco Mundial. El arroz sería menos propenso a las oscilaciones de los precios porque es muy abundante.

Los precios de los alimentos se verán también beneficiados por la menor producción de etanol y otros biocombustibles elaborados con cereales, según el informe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario