Bolivia va por buen camino o por lo menos así lo percibe la mayoría de los bolivianos. Una encuesta revela que el país es optimista respecto a su economía a futuro y al bienestar general del país.
El estudio de opinión pública que IPSOS realizó en exclusiva para Página Siete señala que el 35% de la población considera que Bolivia atraviesa un momento favorable, mientras que apenas 22 de cada 100 creen que la situación es mala, y 41% indica que “no es ni buena ni mala”.
Por otro lado, 61 de cada 100 encuestados califican a su situación económica familiar como buena o “en mejora”. Apenas 15% cree que su condición empeora.
Una buena parte de los bolivianos es optimista respecto al futuro de la economía de sus familias. 39% estima que estará mejor dentro de 12 meses y un 44% prevé que mantendrá sus condiciones. Apenas nueve de cada 100 personas en el país opinan que en 2014 estarán peor que en la actualidad.
La encuesta duró 21 días, se efectuó entre el 27 de noviembre y el 18 de diciembre de 2012. 2.250 personas, todas mayores de edad, fueron entrevistadas en 70 poblaciones: las nueve ciudades capitales de departamento, una treintena de núcleos urbanos, y otras tantas localidades del área rural.
¿Quién es el responsable del buen momento? ¿Qué ocasionó este inédito arranque de satisfacción en el país? El oficialismo se atribuye los méritos; sin embargo, los analistas encuentran otros factores para explicar la bonanza o “aparente bonanza” que vive el país.
Para el economista Roberto Laserna, hay varias coyunturas que motivan este “relativo optimismo”. El investigador afirma, además, que los resultados de la encuesta son previsibles.
“Esto es bastante lógico, porque el país vive una bonanza económica excepcional por su magnitud y su duración. Son ya varios años de precios notablemente altos para las materias primas y llegamos a esa coyuntura relativamente bien preparados, porque se habían desarrollado reservas y mercados de gas, y se pusieron en marcha los proyectos de San Cristóbal y San Bartolomé mucho antes de que los precios de los minerales subieran, y ya entonces eran rentables”, afirmó.
Sin embargo, el oficialismo reclama para sí éstos y otros logros. El diputado masista Galo Bonifaz sostiene que ya se sienten los frutos de las políticas del Gobierno.
“El pilar fundamental sobre el que construimos (el Estado) es la economía. La gestión de los ministros que acompañan al Presidente hizo posible que tengamos una economía solvente y soberana”, afirmó.
El rumbo del paísSegún otros resultados de la encuesta, 12% señala que el país está en un camino “más o menos malo” y diez de cada 100 indican que vamos mal. Los demás consideran que el país está bien o, por lo menos, no se encuentra en dificultades (detalles en infografía).
Bolivia atravesó, desde inicios de siglo, por dos crisis muy profundas. La primera fue la recesión económica que se vivió a partir de la gestión de Hugo Banzer. Después vino un periodo de conflictividad sostenida e inestabilidad política entre 2000 y 2008 en el cual se sucedieron seis distintas presidencias y el ambiente político estuvo dominado por movilizaciones y protestas sociales permanentes.
Sin embargo, en los últimos años se logró superar aquellos vaivenes, el ámbito social adquirió relativa calma y, de la mano, los indicadores económicos mostraron inéditos repuntes.
Bolivia cerró 2012 con un crecimiento económico del 5%, similar al del año anterior, y, a la vez, entre los primeros países de América del Sur. Pasado mañana Evo Morales cumplirá siete años en el Gobierno y le quedan al menos dos más, pues podría seguir en Palacio de Gobierno hasta 2019 si logra ser re-reelecto en las elecciones de diciembre de 2014.
En su discurso por el aniversario patrio, el 6 de agosto del año pasado, el Presidente concluyó señalando que “vamos bien”. La encuesta de IPSOS parece señalar que la mayoría está de acuerdo.
¿Más argumentos para entender el optimismo? En su Balance preliminar de la economía regional 2012, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta para 2013 que el PIB de Bolivia crecerá en 5,2%, por encima de lo estimado para toda la región, que alcanzará a un promedio de 3,8%.
Y uno más. El último Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas PNUD (2010) señala que en los últimos años en Bolivia, un millón de personas pasaron de situaciones de pobreza a engrosar la clase media.
De acuerdo con el economista cruceño Javier Ramos, la economía boliviana vive un “momento excepcional”. Sin embargo el analista insiste en diferenciar los logros económicos del Gobierno de la coyuntura favorable que generó el mercado mundial.
“Es obligatorio identificar a los precios internacionales de algunas materias primas que exportamos como el principal factor de la bonanza del país. Pero, en segundo lugar, también estamos obligados a reconocer que el equilibrio macroeconómico alcanzado por el Ejecutivo es la causa directa del buen momento. Éstos son los dos motivos principales por los que se vive un momento excepcional”, explicó.
Así empieza a entenderse el positivo diagnóstico-pronóstico de los bolivianos, reflejado en la encuesta de IPSOS.
Uno de los más optimistas es el vicepresidente Álvaro García Linera, quien considera que la economía boliviana “está lista para dar un salto cualitativo”.
Ése fue el diagnóstico que hizo el segundo hombre del Estado el martes pasado, durante el balance y cierre de gestión de la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde anunció una nueva norma.
“La ley de bancos va a ser muy importante primero para consolidar un sector de la economía boliviana que ha tenido un crecimiento muy importante y que garantiza la estabilidad económica de nuestro país, pero a la que hay que agregar un nuevo dinamismo en correspondencia a una sociedad económicamente más solida más fuerte y a un Estado mucho más dinámico y mucho más fuerte también en su presencia económica”, sostuvo.
Y agregó: “ya vamos siete años de crecimiento expansivo y es la etapa de crecimiento económico más sostenida y larga de la historia boliviana”.
Sin embargo, el diputado de la opositora Convergencia Nacional, Luis Felipe Dorado, afirmó que los “logros” económicos del Gobierno no son buenas noticias pues no son percibidos por la mayoría de los bolivianos. “El dinero no llega a los sectores más empobrecidos”, señaló.
Sin embargo, el 61% de los bolivianos que cree que su economía está bien o va “en mejora” parece contestar incuestionablemente la percepción del político opositor.
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