ANÁLISIS | EL ECONOMISTA MÁS DESTACADO DEL PAÍS, HACE UN DIAGNÓSTICO DE LA ECONOMÍA DE BOLIVIA, LOS PRÉSTAMOS QUE HA CONTRAÍDO EL GOBIERNO Y EL DOBLE AGUINALDO.
OH!: ¿Cuál considera que es el mayor reto que tiene el país para su crecimiento o sostenibilidad económica esta gestión?
El mayor reto es no perder el ritmo de crecimiento de la economía tomando en cuenta que el contexto internacional es sustancialmente más desfavorable que el que hemos tenido en los años que van del 2003 al 2013. El superciclo de altos precios para las materias primas, que ha durado más de diez años se ha terminado y nuestra economía tiene que asimilar ese shock. Puede hacerlo buscando nuevos sectores productivos que reemplacen a los tradicionales. Esta búsqueda tiene que estar a cargo de los inversionistas privados. Ahora más que nunca se deben dar las garantías necesarias para estimular la actividad del sector privado y las políticas públicas no deben penalizarlos, como lo está haciendo actualmente la política salarial.
OH!: ¿Cree que se puede hablar de un crecimiento dado que la CEPAL y el Fondo Mundial (FM) han dicho que no habrá tal crecimiento?
Es siempre muy difícil efectuar pronósticos y las proyecciones del futuro de la economía se revisan con gran frecuencia, aún en los países industrializados. Los datos de nuestro Instituto Nacional de Estadística (INE) son provisionales, como lo son los del FMI y del Banco Mundial. Las fuentes de datos mencionadas tienen ventajas y desventajas; El INE tiene la ventaja de estar en el país, pero tiene las desventajas de una metodología inapropiada para su Índice Global de Actividad Económica que sirve de indicador preliminar del crecimiento y, sobre todo, la desventaja de estar sujeto a presiones políticas. La CEPAL, el FMI y el Banco Mundial tienen ventajas en las metodologías que emplean y en la experiencia que provienes de estudios de comparaciones de países. Su desventaja estaría en su déficit de información del país.
A ojo de buen cubero es difícil pensar que el PIB crezca al 5% o aún al 4.5%. Si esos crecimientos fueran ciertos no debía haberse producido la caída observada en el primer semestre de las importaciones de insumos y de bienes de capital. Por otra parte, el atraso de nuestro tipo de cambio con relación a los de nuestros socios comerciales, tiene que estar produciendo efectos de desaceleración en varios sectores productivos nacionales, especialmente del sector privado. De hecho, la prensa reporta las quejas de arroceros, maiceros, soyeros, lecheros y productores de carne de pollo, así como de los industriales, por la competencia extranjera. Estos sectores no tendrán las tasas de crecimiento que tuvieron el año pasado. Por otra parte, la ejecución de la inversión pública, a la que está apostando el gobierno para sostener el crecimiento de la economía, está en la mitad de la programada.
OH!: ¿Cuál debe ser la prioridad del gobierno para no entrar en una crisis inflacionaria?
No veo como plausible una crisis inflacionaria excepto si hay una devaluación grande de la moneda nacional o que se comience a financiar el abultado gasto del sector público emitiendo dinero. Para evitar esta última contingencia es importante preservar la independencia del Banco Central y no obligarle a que otorgue préstamos a empresas públicas, peor todavía si son insolventes.
OH!: ¿Son los combustibles fósiles como el petróleo o el gas, una receta para mantener la economía de Bolivia?
Los combustibles fósiles terminarán acabándose un día. No se sabe cuándo pero sí se sabe que lo harán. En el país, el agotamiento puede estar próximo porque no se ha tenido hallazgos importantes de petróleo ni de gas, por la insuficiencia de las inversiones en exploración. Lo único que se ha hecho es tratar de hacer resucitar algunos viejos campos.
La extrema dependencia de nuestras exportaciones de algunas materias primas como el gas natural, los metales y la soya, crea muchas vulnerabilidades para nuestra economía. Se necesita claramente una economía más diversificada para tener un crecimiento más sostenible, de mejor calidad y con creación de empleos.
OH!: ¿Cuáles deben ser las prioridades del Tesoro General de la Nación (TGN) para mantener estable la economía boliviana?
Las prioridades tienen que estar en el gasto público social: educación, salud, equipamiento urbano, infraestructura y los bonos de alivio a la pobreza. Para financiar los gastos del TGN es necesario aumentar las recaudaciones impositivas pero velando porque los impuestos no sean distorsionantes originando disuasivos a la producción y a las inversiones del sector privado. El recurso a multas exageradamente altas para penalizar el más mínimo incumplimiento tributario, simplemente penaliza al sector privado y no es compatible con el objetivo de sostener el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Por último, si el TGN y, más generalmente, el sector público han de contraer deuda, tienen que hacerlo prudentemente y, de preferencia, en moneda nacional. Sea dicho de paso, los créditos de proveedores y contratistas, especialmente de los chinos, son preocupantes por lo poco transparentes que son.
OH!: ¿Cuáles serían los peores errores que podría cometer el gobierno al respecto?
El peor error que podría cometer el gobierno sería desconocer la crisis que nos viene de los mercados internacionales y no tomar las medidas correctivas, fiscales, monetarias y salariales a tiempo. Tiene también que informar con sinceridad a la población, tanto sobre la crisis, como sobre las medidas que se están tomando para hacerle frente. La información es muy importante para el manejo de expectativas. Si las expectativas se descarrilan, el público especulará maliciosamente acerca de lo que puede hacer el gobierno y actuará en consecuencia, por ejemplo correr a cambiar sus bolivianos por dólares.
OH!: ¿Considera sostenible el doble aguinaldo?
El doble aguinaldo fue una medida imprudente, tomada con fines electoralistas y políticos. Peor todavía si responde a razonamientos económicos incorrectos como aquel de que es necesario para impulsar el consumo y la demanda interna. Tendría un efecto de estímulo para la producción nacional si el tipo de cambio estuviera en un nivel adecuado. Con el tipo de cambio actual, el ingreso extra que representa el doble aguinaldo se estará volcando más bien hacia las importaciones, muchas de ellas además de contrabando.
No todas las empresas ni todos los sectores crecen al mismo ritmo y no se les puede obligar a un pago que no lo pueden hacer o que los pone en riesgo de quiebra. Además, el doble aguinaldo no toma en cuenta las diferencias de productividades de la mano de obra por sectores.
Por último, el doble aguinaldo agrava el problema de competitividad que tienen las empresas con el tipo de cambio actual. Si ha de mantenerse fijo el tipo de cambio no hay que incrementar los costos de las empresas con medidas como el doble aguinaldo. Por los mayores costos de la mano de obra, las empresas no están pudiendo enfrentar a la competencia de las importaciones y se están frenando las exportaciones, salvo las de materias primas tradicionales.
OH!: ¿Cómo afecta a la economía boliviana este tema cuando muchas empresas, pequeñas, deben cerrar por no poder sostener esta medida?
El doble aguinaldo penaliza con mayor fuerza a las pequeñas empresas, que son generalmente muy intensivas en mano de obra y donde la planilla salarial representa un alto porcentaje de sus costos de producción. Dada la importancia numérica que tienen las pequeñas y medianas empresas, si ellas sufren, sufre la economía nacional en su conjunto.
El doble aguinaldo origina problemas tanto de eficiencia como de equidad. El gobierno nunca explicó claramente ni convincentemente cuál era su finalidad.
OH!: ¿Qué gastos podría ahorrar el Estado para ello?
La crisis internacional está creando restricciones para el fisco. El gobierno contará con menos recursos que los que tuvo en el pasado reciente, lo que debe obligarlo a ser más selectivo en sus gastos. Tendría que postergar algunos grandes proyectos, especialmente los de dudosa rentabilidad social, como el de las plantas nucleares, los estadios grandiosos, y pertrechos bélicos modernos para nuestras fuerzas armadas, para concentrarse en inversiones esenciales que sean complementarias a las inversiones del sector privado.
Lo peor que podría hacer el gobierno es tener un programa muy grande de inversiones públicas, financiado con deuda externa cara o echándole mano a las reservas internacionales. El endeudamiento actual es sostenible pero rápidamente puede crecer, lo que sería una mala noticia. Hay que recordar lo que nos pasó en un tiempo muy lejano. La acumulación de deuda externa en la década de los años setenta nos llevó a la terrible crisis del primer quinquenio de la década siguiente.
"Los créditos de proveedores y contratistas, especialmente de los chinos, son preocupantes por lo poco transparentes que son"
Perfil
Juan Antonio Morales
Nació en Cochabamba, 1943. Es docente de economía de las Maestrías para el Desarrollo en la Universidad Católica Boliviana. Se desempeñó como presidente del Banco Central de Bolivia por más de diez años, hasta mayo de 2006. Ha dado conferencias como profesor visitante en universidades de América Latina, Estados Unidos y Europa y ha escrito ampliamente sobre el desarrollo económico de Bolivia y otros países.
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