Después de la colocación de los bonos soberanos por 500 millones de dólares en los mercados internacionales, la deuda pública externa del país se incrementará en 2% sobre el PIB, informó el ministro de Economía, Luis Arce.
“Lo que los economistas observamos es la relación deuda externa en comparación con el PIB, en 2005 esa relación era de 50% sobre el PIB, hoy está en 13% y con la emisión de 500 millones de dólares va a aumentar en 2% más, vamos a tener 15%”, recalcó la autoridad en una entrevista con el programa No Mentirás de la red PAT, la noche del miércoles.
Si a esto se suman las obligaciones internas del país, la relación es de 32% sobre el PIB, pero es sostenible porque el país ya no es un deudor, subrayó.
Según datos del Banco Central de Bolivia (BCB) al 30 de septiembre, la deuda pública externa del país llegó a 3.522 millones de dólares. De ese monto, 2.778 millones de dólares corresponden a acreedores multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros.
Además, 645,5 millones de dólares fueron contraídos a nivel bilateral con diferentes países como Venezuela, China y Brasil.
Según Arce, el país no necesitaba endeudarse con los bonos, pero se efectuó la emisión con la perspectiva de mostrar la solidez de las finanzas públicas y posicionar la imagen del país en el ámbito internacional. Se cuentan con elevadas Reservas Internacionales (RIN), superávit fiscal y estabilidad macroeconómica.
Los recursos obtenidos se invertirán en infraestructura productiva, carreteras que permitirán repagar la obligación.
La autoridad recordó que en el pasado Bolivia nunca cumplió sus obligaciones y los organismos internacionales tuvieron que condonar su deuda.
“No sé si es una buena práctica no pagar deuda contraída, es un tema de moral, ética y reputación que tiene un país que hemos heredado del pasado y tenemos que cambiar. No puede haber la lógica del pasado de contraer deuda y no cumplir. Si se adquiere es porque se puede pagar”, precisó Arce. El Gobierno colocó en los mercados internacionales bonos por 500 millones de dólares a un plazo de diez años y con una tasa de interés de 4,8%; la demanda llegó a 4.200 millones, superior a la oferta.
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