17 mayo 2013

Diez preguntas y respuestas sobre el sistema de pensiones

1. ¿Qué es la pensión (renta) de vejez o jubilación?


La pensión de vejez es un pago mensual para un trabajador pasivo (jubilado), que busca reemplazar el ingreso que éste percibía durante su vida activa y que debe ser una respuesta social frente a la necesidad del trabajador y su familia en cuanto a la continuidad de sus medios de subsistencia.
2. ¿Cuáles eran los aportes en el anterior sistema de reparto? ¿Cómo se lograba una pensión? ¿Quedó alguna deuda pendiente con el sistema de reparto?


El antiguo régimen de reparto se dividía en dos: en el régimen básico y en el régimen complementario. En el régimen básico había los siguientes aportes sobre el total ganado del trabajador: laboral (2,5 por ciento ), estatal (1,5 por ciento ) y patronal (4,5 por ciento ); en el complementario, sólo había un aporte laboral de 6,32 por ciento .
El régimen básico pagaba el 30 por ciento de la renta de jubilación y el complementario el 40 por ciento del total ganado de quien había aportado 180 cotizaciones o por 15 años. Por cada año adicional y hasta llegar a un máximo de 25 años, el régimen básico añadía el 1 por ciento y el complementario el 2 por ciento hasta que se llegaba entre ambos pagos a una jubilación de 100 por ciento del total ganado. Si el tiempo de trabajo superaba los 25 años, el monto pagado del 100 por ciento no se modificaba.
El aporte estatal del 1,5 por ciento al régimen básico no se cumplió y, durante los 40 años que duró el sistema de reparto, la deuda estatal bordeó los 3.000 millones de dólares.
3. ¿Por qué entró en crisis el sistema de reparto?


Por la ausencia de un desarrollo vigoroso de la economía nacional que hubiera permitido el necesario crecimiento del empleo formal.
Además, el sistema de reparto sufrió las consecuencias de la hiperinflación de la década de los años 80 y de la bolivianización de depósitos que la acompañó. Ambos factores hicieron desaparecer el dinero que los 37 fondos complementarios –del régimen complementario con aportes sólo del trabajador- tenían en los bancos como depósitos a plazo fijo (DPF) por 500 millones de dólares, que representaban el 50 por ciento de las captaciones bancarias. Esos recursos quedaron reducidos a una décima parte (unos 50 millones de dólares).
También se presentó el problema de la corrupción en la administración del sistema de pensiones. Es conocido el caso de la gestión del exdirector del fondo de los trabajadores de la administración pública (FOCSSAP) Dante Escóbar, hoy en la cárcel, y de otro que incluso “invirtió” los recursos de los afiliados en una casa de lenocinio.
Lo ideal, en un sistema de reparto vigoroso, es que diez trabajadores activos aporten para la renta de un jubilado, pero esa relación cayó de tres a uno; en 1996, cerca de 900 mil activos financiaban a más de 300 mil pasivos.
A esto se sumó el problema de la subcotización, que consistía en aportar mensualmente sobre un salario bajo, que en los dos últimos años previos a la jubilación llegaba no sólo a la cifra real del sueldo, sino que hasta lo sobrepasaba o inflaba, para obtener así una abultada pensión.
Todos estos factores pusieron al sistema de reparto al borde del colapso y de la quiebra, por lo cual en 1997 fue sustituido por el sistema de capitalización o cuenta individual.
4. ¿Cuánto de renta de jubilación percibía, aproximadamente, alguien que ganaba 4.000 o 10.000 bolivianos o más?


Dependía del tiempo de cotización. Hasta los 15 años correspondía el 70 por ciento del total ganado y el 100 por ciento por 25 años de aportes.
Pero el sistema tenía un máximo o techo: 4.000 bolivianos más el 40 por ciento del excedente con respecto al total ganado. Es decir, si una persona ganaba 10.000 bolivianos, percibía 4.000 más el 40 por ciento de 6.000 o sea 2.400 bolivianos, por lo cual la pensión de vejez llegaba a 6.400 bolivianos.
5. ¿Qué es el sistema de capitalización o cuenta individual? ¿Cuáles son los aportes laborales a este sistema? ¿Cómo se logra una pensión?


Se basa en el ahorro personal de cada trabajador para lograr una pensión o renta de vejez.
El trabajador activo o empleado aportaba lo siguiente sobre el total ganado: el 10 por ciento para la pensión de vejez; el 1,71 por ciento para la prima (costo) de un seguro de riesgo común –cubre al aportante de enfermedades y accidentes que no tengan origen laboral-; el 0,5 por ciento por comisión de administración de las AFP y el 0,285 por ciento de comisión por administración de portafolio de inversiones (la AFP puede invertir en títulos-valores, como bonos o acciones, de bajo riesgo, que otorguen ganancias para elevar la pensión de vejez) del total acumulado en la cuenta individual en la AFP.
Para una persona que no aportó al anterior sistema de reparto, la pensión de vejez se obtiene de la suma de sus cotizaciones mensuales de 10 por ciento más la rentabilidad o ganancia que obtiene la AFP por sus inversiones en títulos-valores. Se estimaba que se podía financiar una pensión igual al 70 por ciento del total ganado en un periodo de 30 años.
Para las personas que aportaron al anterior sistema de reparto, conocidas como las de la “generación sándwich” (entre el viejo y el nuevo sistemas), se instituyó la Compensación de Cotizaciones (CC) para reconocer una fracción del derecho al pago de una renta en el sistema de reparto. La pensión de vejez se compone, en este caso, de la CC más una fracción de saldo acumulado en la AFP o una parte de lo que se ahorró en la cuenta individual.
6. ¿Por qué causó disconformidad el sistema de capitalización individual?


La disconformidad se origina en que el monto de la pensión en este sistema, en particular para la “generación sándwich”, es bajo. Y es tan bajo que no llega a cumplir la definición de pensión de vejez. La CC disminuyó el derecho de una pensión de vejez al 100 por ciento por 25 años de aportes, en el sistema de reparto, a un 70 por ciento por un similar periodo de aportes en el sistema de capitalización o cuenta individual.
Además, se ha comprobado que lo acumulado en las AFP, por los aportes mensuales y las ganancias de las inversiones o rentabilidad, en 16 años que tiene el sistema, no puede llegar a las estimaciones que exigen los 30 años de aporte.
Los sectores en los cuales se dio un acelerado incremento de salarios –entre los asambleístas, los empleados públicos de jerarquía y entre los propios mineros, que ganan más- esperan una pensión de vejez tan elevada como sus sueldos, porque comparan lo que perciben como salario con lo que recibirán de jubilación y no hay relación alguna.
Entre los integrantes de la clase media, que percibe sueldos relativamente altos, el malestar es mayor, porque aportan sobre un sueldo elevado y recibirán una pensión de vejez baja.
7. ¿Cuánto de renta de jubilación percibía, aproximadamente, alguien que ganaba 4.000 o 10.000 bolivianos o más?


Con la anterior Ley de Pensiones 1732, una persona que tenía un salario de 4.000 bolivianos podía recibir una CC de 1.200 y 200 bolivianos como fracción de saldo acumulado de la AFP, por lo cual su pensión de vejez llegaba a 1.400 bolivianos.
Una persona que ganaba un sueldo de 10.000 bolivianos puede recibir una CC de 3.000 y una fracción de saldo acumulado de la AFP de 500 bolivianos, lo cual suma una renta de vejez de 3.500 bolivianos.
8. ¿Qué cambios trajo la nueva Ley de Pensiones 065? ¿Cómo se logra una pensión de vejez ahora? ¿Cuáles son los aportes?


El gran cambio de la Ley 065 fue la creación del Fondo Solidario (FS), que tiene el propósito de solucionar el problema de las bajas pensiones del sistema de capitalización o cuenta individual o de elevar esas pensiones de vejez.
Pero hay una limitante: el FS otorga recursos, aumenta o complementa las pensiones de vejez de sólo dos grupos de beneficiarios; es decir, de aquéllos que no son mineros y que perciben salarios por debajo de 4.000 bolivianos y de aquellos mineros que ganan sueldos inferiores a 5.300 bolivianos.
Hay un tercer grupo que gana sueldos altos, pero que obtendrá una pensión de vejez sólo con su esfuerzo de ahorro individual o fracción de la AFP y la CC, si pertenece a la “generación sándwich”.
La nueva ley respeta la estructura de cuenta individual introducida por la anterior, lo que quiere decir que se mantiene el financiamiento de la pensión basada en el esfuerzo individual, aunque ahora el FS apoya a los que perciben salarios bajos para que obtengan una pensión de vejez mayor.
En la actualidad, un trabajador aporta el 10 por ciento para vejez, el 1,71 por ciento para riesgo profesional –del cual un 20 por ciento va al Fondo Solidario-, 0,5 por ciento de comisión para la administración de la AFP y 0,5 por ciento para el FS.
Si el trabajador percibiera más de 13.000 bolivianos, debe aportar al FS según una escala acumulativa: 1 por ciento sobre el excedente de un salario de 13.000 bolivianos; 5 por ciento sobre el excedente de un sueldo de 25.000 más el 1 por ciento anterior y, finalmente, 10 por ciento sobre el excedente de un ingreso de 35.000 bolivianos más el 1 por ciento y el 5 por ciento anteriores. Por ejemplo, si un empleado gana 15.000 bolivianos, el aporte para el FS se obtiene de calcular el 1 por ciento del excedente de 2.000, que es igual a 20 bolivianos.
Además, se establece un aporte patronal de 1,71 por ciento para riesgo profesional –cubre accidentes laborales- y el 3 por ciento para el FS.
El FS ha sido estructurado para que dure 35 a 40 años, porque es el tiempo límite estimado que vivirá la “generación sándwich” de salarios bajos.
Es posible que se presente la situación de miles de personas que aportan al FS, pero cuya pensión de vejez será igual o inferior a la de un beneficiario, minero o no minero, del FS.
El aporte con la escala acumulativa de 1 por ciento , 5 por ciento y 10 por ciento equivale a un impuesto al ingreso que en la normativa tributaria nacional no existe.
9. ¿A cuánto ascenderá la pensión de vejez de una persona que gana 4.000 y de otra que gana 10.000 bolivianos?


El no minero, después de 35 años de aporte, que gana 4.000 bolivianos puede recibir una pensión de vejez conformada por su CC de 1.200, la fracción de saldo acumulado de la AFP de 200 bolivianos y ahora una fracción solidaria 1.400, con lo cual percibirá 2.800 bolivianos; así llega al 70 por ciento del total ganado en los últimos 24 meses de su vida laboral.
En el caso del que percibe un sueldo de 10.000 bolivianos, recibe una CC de 3.000, una fracción de saldo acumulado de la AFP de 500 y 0 por ciento o nada de fracción solidaria, porque su salario es superior a 4.000.
10. ¿Por qué se ha desatado el conflicto entre el Gobierno y la COB?


Los trabajadores se dieron cuenta de que hay una gran brecha entre sus elevados salarios actuales y las bajas rentas de vejez que percibirán mañana, cuando se jubilen.
En el caso de los maestros, añoran el sistema de reparto que les permitía alcanzar el 100 por ciento de su total ganado con 25 años de aporte y cuando sólo necesitaban 15 años para obtener el 70 por ciento .
Los mineros exigen al menos el 70 por ciento de sus elevados totales ganados –son salarios entre 15.000 y 50.000 bolivianos, según reveló el Gobierno en lo que va del conflicto- en los últimos 24 meses.
La demanda laboral se centra en que el FS beneficie a más sectores, lo cual implica incluir a quienes ganan más de 4.500 bolivianos, si no son mineros, y 5.700, en el caso de los mineros.
Sin embargo, el FS, que tiene una estructura rígida, está diseñado para durar entre 35 a 40 años, pero la inclusión de más beneficiarios podría acortar su vida a la mitad o menos.

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