Los analistas Mauricio Medinacelli y Augusto Vargas anticipan que en 2015 la economía boliviana crecerá a una tasa inferior al 5% debido a la caída de precios del petróleo, que ayer cerró en 53,65 dólares, su nivel más bajo desde 2009.
"(....) Utilizando algunos modelos encuentro que si el precio del WTI (petróleo de referencia para el país) para el año 2015 se mantiene en un promedio de 80 dólares en barril y la economía brasileña crece en el orden del 1% anual, el crecimiento de la economía boliviana se situaría en el orden del 4,5%, un poco más elevado que el año 2010”, opinó el exministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli en un análisis denominado " Precios internacionales del petróleo y crecimiento económico en Bolivia” y publicado en su blog.
El experto proyecta también una disminución de ingresos de 1.316 millones de dólares, si el precio cae a 60 dólares.
El gobierno proyectó el Presupuesto General del Estado (PGE) con una cotización internacional de 80, 3 dólares por barril de petróleo. Además, pronosticó un crecimiento económico de 5,9%.
Otro análisis realizado por Vargas sostiene que frente a un escenario de persistente disminución de los precios del energético y otras materias primas, una disminución del PIB en 1,5% es razonable en 2015.
"No debemos olvidar que el año 2013 el crecimiento de la economía fue del 6,8% y que este año 2014 las previsiones sitúan al mismo entre 5,2 y 5,5%, es decir, ya existe una desaceleración significativa respecto al 2013, por tanto, con precios inferiores en las materias primas durante el próximo año, sería extraño que tengamos un crecimiento del 5,9% como estima el gobierno”, advirtió.
Según Vargas, si el precio promedio del petróleo se estabilizara en 65 dólares el barril y se exportaran 33 millones de metros cúbicos de gas natural a Brasil y 19 millones a Argentina, los ingresos por exportaciones disminuirían entre 1.800 a 2.100 millones de dólares en 2015.
Esto significa una merma de entre 450 a 520 millones de dólares por trimestre.
Eso a su vez impactaría negativamente en la renta petrolera, porque se reducirían las recaudaciones por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y regalías en alrededor de 7.500 millones de bolivianos.
Los ingresos por el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y Derivados (IEHD) bajarían en 4.000 millones de bolivianos. "Al no haber avanzado de manera significativa en los años de bonanza económica con los sectores agropecuario e industrial, las posibilidades de que estos sectores incidan en incremento del crecimiento económico, son menos probables, más aún, considerando que los precios de los productos agrícolas de exportación y de los minerales también disminuyeron en 2014”, afirmó Vargas.
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