El Gobierno, mediante la futura Ley de Servicios Financieros, que reemplazará a la actual Ley de Bancos, obligará a las entidades financieras a destinar parte de sus ganancias a proyectos sociales o de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Sin embargo, las instituciones abocadas a la intermediación financiera ya llevan a cabo voluntariamente programas con ese propósito.
El artículo 113 de la nueva Ley de Bancos establece que anualmente las entidades financieras presentarán un balance social -los resultados del trabajo con la comunidad en RSE-, en el cual deberán detallar lo que hicieron para contribuir al desarrollo económico y social del país.
Según el artículo 115 de la misma norma, las entidades destinarán anualmente un porcentaje de sus ganancias para estos fines, que será fijado mediante decreto. El mismo artículo remarca que la función social debe aplicarse, principalmente, al desarrollo productivo del área rural.
En 2012, el sector tuvo utilidades de 186 millones de dólares.
Según el viceministro de Pensiones, Mario Guillén, habrá un mecanismo de control y verificación. Se aplicarán encuestas a los usuarios de las entidades bancarias para saber si cumplen con su función social.
En la futura ley se fundamenta que el “Estado debe establecer la obligación de que las instituciones financieras cumplan los objetivos y metas definidas (...) en el ámbito de una función social” y que se hará mediante indicadores. Eso servirá para que las organizaciones sociales y los productores ejerzan el control social.
Para el analista Armando Méndez introducir en la nueva norma este aspecto es innecesario, más cuando “estas entidades ya destinan recursos a la función social de manera voluntaria”.
“Es una medida desacertada (...). Puede crear problemas porque unas tienen más utilidades que otras. El Estado se está metiendo en campos que no son de su competencia (...). Es una intervención innecesaria”, dijo.
Si el porcentaje es mayor al que destinan hoy a RSE, obligará a las entidades a hacer ese gasto cuando no tienen la capacidad de hacerlo, dijo.
Las entidades financieras actualmente llevan a cabo programas de RSE, que van más allá del cumplimiento de las normas.
Según el IBCE, la RSE es la contribución activa y voluntaria de las empresas al mejoramiento social, económico y ambiental para mejorar su situación competitiva y su valor añadido. Según los especialistas de Ethos, Brasil, es un modelo de gestión.
Los bancos Mercantil Santa Cruz, Bisa, de Crédito, Nacional de Bolivia y BancoSol ejecutan programas de RSE relacionados con proyectos ambientales, de salud y educación, así como con el apoyo a pequeños emprendimientos innovadores.
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