17 marzo 2013

Luis Arce: El crédito productivo tendrá dos años de gracia



— ¿Cuál es el espíritu de la Ley de Servicios Financieros?

— Significa un cambio radical en la concepción de una ley de bancos, por eso inclusive hasta el nombre, porque así se llamaba, Ley de Bancos y Entidades Financieras; ahora se llama Ley de Servicios Financieros. Hay una concepción diferente. La anterior ley protegía a la entidad bancaria, a todos los accionistas y a los que trabajaban en las entidades financieras en detrimento del usuario de servicios financieros. Esta ley le ha dado la vuelta, es la antítesis de la vieja Ley de Bancos.

Hoy lo más importante es el usuario, el que va y hace alguna operación en el sistema financiero, ya sea depositar su dinero y sacar (o) contratar un crédito. La ley que nosotros proponemos y que es discutida en la Asamblea Legislativa protege al consumidor.

No estamos diciendo que se van a eliminar los derechos que tienen las entidades financieras, más bien ponemos a la altura de los privilegios que antes tenían frente al consumidor de servicios; ahora, a través de esta ley, están realmente en igualdad y protegidos por el Estado. Ése es el primer cambio radical.

El segundo es que en la vieja concepción neoliberal de la anterior Ley de Bancos, que protegía al sistema financiero, les daba varias cláusulas para que ellos determinen, por la acción de la oferta y la demanda, las condiciones y las tasas de los créditos que se transaban. Nuestro proyecto le da la vuelta y ya no es libre el mercado, es el Estado el que va a intervenir para regular las tasas de interés y las condiciones de trabajo de las entidades bancarias. El Estado no solamente va a controlar las tasas de interés, especialmente para el área productiva y de vivienda, que es nuestro objetivo central, sino que también va a determinar qué cosa puede cobrar una entidad financiera al cliente, qué cosa no va a poder cobrar y, algo mucho más interesante, cuánto va a cobrar. Ésa es la diferencia con la vieja ley neoliberal. La banca ha dicho “no queremos que nos regulen las tasas, las comisiones”. Por supuesto, ellos estaban acostumbrados a ese tipo de políticas, en las que tenían el control de todo el negocio financiero.

— ¿La gente que obtuvo un crédito de vivienda o productivo antes de la aprobación de la ley se beneficiará con una eventual rebaja en las tasas?

— Toda ley siempre rige para lo venidero y, por lo tanto, si alguien ha contraído un compromiso, tendrá que estar condicionado al pago de esa deuda y a las características de esa operación. Esta ley va a regir para lo venidero.

— ¿El beneficio para los usuarios en cuanto a la regulación de tasas será retroactivo?

— La Constitución es clara, ninguna ley es retroactiva, excepto la que beneficia al reo o al asalariado cuando se trata del incremento salarial. Por lo tanto, en ningún caso va a poder ser retroactiva.

— ¿Los periodos de gracia para el pago de deudas en qué casos se podrán ampliar?

— Como hemos implementado con nuestro Banco de Desarrollo Productivo (BDP), se da un periodo de gracia en el que no se amortiza el capital.

Se pagan intereses por el total de la deuda durante dos años y no se paga su capital. El hecho de que no se pague capital durante dos años le permite al que ha hecho la producción poder tener un periodo de tiempo en que se acomoda, se posiciona en el mercado para vender su producto. Al cabo del segundo (año) el que se ha prestado el dinero empieza a pagar el capital, eso es lo que nosotros estamos introduciendo ahora para todo el sistema financiero, especialmente para el crédito productivo, en el que se requiere ese periodo para que se acomode y posicione la empresa con su producto en el mercado.

— ¿Cuántos años de gracia tendrá el sector productivo?

— Hablamos de dos años, pero siempre existe la posibilidad de alguna modificación en la reglamentación por parte del Ejecutivo; sin embargo, (con) dos años, (por) la experiencia que tenemos con el BDP, es suficiente.

— ¿El periodo de gracia es solamente para el pago de interés no del capital?

— Lo que va a ocurrir es que por dos años el que se preste dinero para un crédito productivo no va a pagar por el capital; sólo va a pagar interés. A partir del segundo año paga capital más el interés.

— Entonces, con la regulación de las tasas de interés propuesta en la nueva ley, ¿cómo se garantizarán las ganancias para los bancos?

— Queda claro que estamos regulando las tasas del crédito productivo y de vivienda. Nuestro compromiso ha sido que vamos a liberar los otros créditos —el de consumo, el personal, de comercio—, es decir los que no están relacionados con el aparato productivo ni la vivienda. Ellos van a poder colocar a las tasas que ellos quieran (y) va a haber allí una flexibilidad para que justamente puedan generar ganancias (...). Si usted quiere comprarse una casa de $us 500 mil, no entra en el concepto de crédito de vivienda social; usted tendrá que pagar una tasa más alta si se quiere prestar para comprarse una casa de esa naturaleza, pero la vivienda mínima que necesita una persona o una familia, ésa sí va a ser de interés nuestro a fin de que tenga condiciones accesibles.

— ¿Los otros tipos de créditos, menos el productivo y de vivienda, estarán fijados por el libre mercado?

— Eso no quiere decir que los bancos van a hacer lo que quieran; no estamos en esa época. La Asfi va a determinar esos contratos, las características y las comisiones. Ahí también vamos a proteger a ese consumidor de servicios que tiene alta capacidad para prestarse y comprarse, por ejemplo, un vehículo de último modelo o irse a Miami a pasear; ése va a pagar una tasa más alta, pero va a estar protegido por el Estado para que no haya abusos del sistema financiero.

— ¿Qué factores determinarán el porcentaje de las tasas de interés que sean reguladas?

— Entra el costo de administrar un crédito, pues no es lo mismo un crédito de vivienda (que) un crédito productivo; un crédito de una gran empresa que un crédito de una microempresa. Entonces, estos elementos, que son característicos en el mundo financiero boliviano, van a ser incorporados para determinar los niveles de tasas de interés con los que ellos presten o reciban depósitos de la gente.

Perfil

Nombre: Luis Alberto Arce Catacora

Nació: 28-09-1963

Profesión: Economista

Cargo: Ministro de Economía

El responsable de las finanzas

Obtuvo su licenciatura en Economía en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Se graduó como Contador General en el Instituto de Educación Bancaria. Recibió el grado de máster en Ciencias Económicas (MSc in Economics) de la Universidad de Warwick, Inglaterra. Realizó la mayor parte de su carrera profesional en el Banco Central de Bolivia (BCB), desde 1987 hasta enero de 2006. Arce trazó los ejes de acción durante su gestión: mantener la estabilidad macroeconómica; profundizar el uso de la moneda boliviana (bolivianización); generar una conciencia tributaria en la población; y estimular la demanda interna.

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