Analistas y la Fundación Jubileo afirmaron ayer que la inflación hasta
fin de año seguirá en alza debido a que los últimos meses son los de
mayor gasto y consumo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre el
Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, registró
una variación de 1,36% con respecto a agosto.
La inflación acumulada a nueve meses llegó a 5,65% y a sólo tres
meses de finalizar la gestión supera la meta de 4,8% prevista por el
Gobierno para este año.
Los precios de la papa, el tomate y de la carne de pollo fueron los que más subieron.
El ministro de Economía, Luis Arce, dijo que la proyección para este
año no se podrá cumplir, debido a que no se previó en la tasa esperada
de 4,8% eventos como la sequía y las heladas que afectaron la producción
de alimentos.
El expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez y el
economista José Luis Evia coincidieron en señalar ayer que la principal
causa de la inflación, en lo que va del año, es el excesivo gasto
público del Gobierno.
Si esto no se controla, aseguran que el IPC cerrará con una tasa de 7 a 8% al 31 de diciembre.
"La inflación de este año puede cerrar con un promedio del 7%, lo
cual es ciertamente preocupante. Éste es el segundo mes con una
inflación tan alta. Algo que está contribuyendo a la inflación es la
expansión tan fuerte del gasto público. Cuando invierte, el Gobierno
empieza a expandir la demanda que no está acompañada con la oferta, hay
más trabajadores que tienen capacidad de compra”, dijo Evia.
Por eso es importante frenar la expansión del dinero.
Méndez remarcó que agosto y septiembre son hasta el momento los meses
más inflacionarios; estos datos no se habían registrado desde febrero
de 2011, cuando se llegó a 1,66%.
"Hasta fin de año podríamos tener una inflación del 8%. Lo que tiene
que hacer el Gobierno es frenar el gasto público, el gasto corriente, la
inversión pública y todos los gastos que hace. Además, debe olvidarse
de aplicar incrementos salariales como el de este año, que llegó al 20%;
todo eso está causando contracción de la oferta”, explicó.
El investigador de la Fundación Jubileo, Jaime Pérez, afirmó que las
familias pobres asimilan una inflación de 7,04% hasta septiembre, porque
erogan más recursos para adquirir alimentos, que son los que más
subieron de precio. Es el caso del tomate, la papa y la carne de pollo.
"Si bien la inflación general, entre enero y septiembre, llegó a 5,65%
con datos del INE, para los pobres la variación acumulada fue mayor y
registró 7,04% hasta septiembre”, precisó Pérez (ver infografía).
Políticas estatales
Tomate Para frenar la escalada de precios de algunos alimentos, el
Gobierno aprobó la importación de tomate con arancel cero. El precio de
la libra de este producto se había incrementado de 2,50 a cuatro
bolivianos en los mercados.
Pollo El Ejecutivo instruyó que el precio del kilo de carne de pollo no
sobrepase los 15 bolivianos; el costo se había disparado hasta 20
bolivianos en La Paz e incluso 25 bolivianos en Sucre.
Restricción El Gobierno también instruyó al Banco Central de Bolivia
retirar el exceso de liquidez en la economía a través de una mayor
oferta de bonos. De esa manera se busca controlar la oferta de dinero.
El precio de los alimentos subió en 11% hasta septiembre
El precio de los alimentos, hasta el tercer trimestre del año, subió
en 11%, lo cual afecta sobre todo a los hogares más pobres, según un
análisis de la Fundación Jubileo.
"En septiembre, la inflación de alimentos fue de 3,93%, la tasa más
alta registrada en la gestión. Así, la variación de precios acumulada
llegó, en el caso de los alimentos, a 11,11% durante el año, cifra que
duplica al promedio alcanzado de inflación, que fue de 5,65%”, explicó
Jaime Pérez, analista de Jubileo.
La tasa supera la meta de 4,8% del Índice de Precios al Consumidor
(IPC) prevista por el Gobierno para este año y que comprende a otros
componentes más, no sólo a los alimentos.
Afirmó que en el caso de los pobres, este indicador asciende a 7,04%.
Para el cálculo de este dato, Jubileo tomó en cuenta que la composición
del gasto de los hogares más pobres es diferente a la del promedio
general establecido por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
"Mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en
alimentos (éstos destinan más del 50% de sus ingresos a la compra de
alimentos). Por esta razón, la inflación de los pobres se explica
fundamentalmente por la variación de precios de alimentos y bebidas”,
precisa Jubileo en su análisis.
Mientras que el promedio de la inflación en septiembre fue de 1,36%,
para estas familias llegó a 2,03%. Además, durante los períodos en los
que los productos se encarecen, las personas consumen menos. Optan por
alimentos más baratos y menos nutritivos, con lo que aumenta el riesgo
de malnutrición, añade el estudio.
Datos del INE
Los precios de los alimentos como el tomate, la papa, la carne de
pollo, haba y cebolla fueron los que más subieron en agosto y
septiembre de este año, según los datos oficiales del INE.
Sin embargo, se espera que bajen de costo en octubre con las medidas gubernamentales.
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