Luces y sombras de la inversión en Bolivia

La inversión total en Bolivia al cierre de 2013 suma $us 6.754 millones, en base a una triangulación de datos y porcentajes que tuvimos que calcular, ante la falta de una cifra exacta, tanto en la esfera gubernamental como de agremiaciones del sector privado. Apuntalada por la inversión pública con $us 3.781 millones, secundada por la inversión privada nacional con $us 1.555 millones y, finalmente, por la inversión extranjera con $us 1.418 millones.

Con ello, la inversión total sube al 22% del Producto Interno Bruto (PIB), gracias al aporte de la inversión pública con el 12,3% del PIB, inversión privada nacional con el 5,06% del PIB y agregando también la inversión extranjera con el 4,61% del PIB. Es decir, que la inversión pública predomina con el 56% de la inversión total, mientras la inversión privada nacional aporta con el 23% y la inversión extranjera directa con apenas un 21%.

El primer aspecto sobresaliente es que la tasa ‘inversión total/PIB’ desde 2012, por primera vez en la historia económica del país alcanzó y superó la barrera del 20%, logrando un 20,5% en 2012 y un 22% en 2013, y que apunta al 25% entre 2014 y 2015. Lo segundo, es que a este ritmo de incremento en valores absolutos, la inversión total (inversión pública+inversión privada nacional+inversión privada extranjera) se duplicó cada cuatro años, si se incluye la proyección de 2014. Tercero, que la inversión extranjera directa superó desde 2012 la barrera de los $us 1.000 millones.

Su primer punto negativo es que la tasa ‘inversión total/PIB’ del año 2000 (18,10%) recién fue superada en 2012 (20,50%), seis años después del inicio del nuevo modelo económico del proceso de cambio. El segundo aspecto sombrío es que la tasa ‘inversión extranjera directa/PIB’ todavía no logra superar este indicador del año 2000 (8,70%), con apenas un índice del 3,89% en 2012 y el 4,61% en 2013. El tercero, que tuvimos un cuatrienio perdido (2008-2011) con un promedio del 17,6% de inversión del PIB, también por debajo de lo ya registrado en el año 2000. La cuarta sombra, es que la contribución de la inversión privada nacional cayó a la mitad desde 2005 (10,70%) registrando apenas una inversión del 5,06% del PIB en 2013