Luego de 27 años, el Estado volverá a regular las tasas de interés activas -es decir, las que cobran los bancos por conceder créditos o precio del dinero- y fijará límites máximos para aquéllas que se aplicarán a los préstamos destinados al sector productivo y a la vivienda, según confirma el proyecto de la nueva Ley de Bancos al que tuvo acceso Página Siete.
El artículo 60 de la futura norma expresa que “las tasas de interés activas serán reguladas por el Órgano Ejecutivo del nivel central del Estado mediante decreto supremo, estableciendo para los créditos destinados al sector productivo y vivienda social límites máximos dentro de los cuales las entidades financieras podrán pactar con sus clientes en el marco de lo establecido en la presente ley”.
Con la vigencia del célebre Decreto Supremo 21060 de 1985, el Estado dejó al libre mercado de la oferta y la demanda la fijación de la tasa activa de los préstamos.
El artículo 60 del proyecto de Ley de Bancos deja abierta la posibilidad de regular las tasas para otro tipo de créditos.
Para el caso de las operaciones crediticias pactadas con tasa activa variable, el interés cobrado al cliente no podrá superar las que se establezcan por decreto, añade la propuesta de norma.
Además, se remarca que el Gobierno también podrá establecer tasas de interés mínimas para operaciones de depósitos o tasas pasivas. La tasa pasiva que pagan los bancos por los depósitos del público disminuyó drásticamente en los últimos años.
Según datos del Banco Central de Bolivia al 11 de noviembre, los bancos cobraban entre 5,49% a 7,23% por un crédito en moneda nacional a una empresa y entre 6,02 % y 8,10% por un préstamo para vivienda.
En cambio, pagan entre 0,01% y 2,02% a un ahorrista en moneda nacional y entre 0,08% a 2,94% por un Depósito a Plazo Fijo (DPF) a un año (ver gráfico).
En moneda extranjera, la retribución mínima es de 0,01% y la máxima de 2,02% a una caja de ahorro y de 0,08% a 2,83% por un DPF a un año .
Armando Méndez, ex presidente del BCB, hizo notar que el Estado antes de 1985 tenía control sobre las tasas de interés, tanto activas como pasivas. Con la nueva ley bancaria será difícil regularlas, añadió.
El analista Armando Álvarez cree que no se pueden establecer tasas fijas en general; si no son atractivas, los bancos pueden dejar de prestar, dijo.
Punto de vista
armando mÉndez Ex presidente del BCBHasta 1985 las tasas de interés activas y pasivas estaban fijadas por el Estado y los bancos no tenían competencia; regía en todos los casos la misma tasa, pero el crédito era escaso y llegaba a los amigos. Con la hiperinflación, eso se fue al desastre y las tasas iban subiendo; con el programa de estabilización de 1985 se vio que la única manera era liberalizar las tasas para que el mercado defina las que debían regir. Ahora se quiere volver a un control general, pero la reglamentación será complicada; hay tasas muy variables para diferentes créditos.
Hay bancos muy eficientes que cobran tasas más bajas, cada uno tiene su nicho de mercado. Además , ¿sobre qué base se fijará el interés? Si es sobre la tasa baja que cobra la entidad más eficiente, eso sacará del mercado a la que no es muy eficiente. Si una entidad cobra 5% y otra 2%, ¿cuál se aplicará? Es muy complicado llevar a la práctica el control de las tasas, por eso es que el proyecto de ley deja para un decreto supremo las tasas que se fijarán una vez que se apruebe la norma.
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