Apenas el 34,1% de la gente tiene una cuenta formal

Entre 17 ciudades de América Latina, Santa Cruz y La Paz son las que registran el más bajo porcentaje de habitantes con una cuenta en el sistema financiero formal, con apenas el 34.1 y el 35.7, respectivamente, mientras el promedio regional alcanza al 51.2% de la población.

Los datos corresponden a la publicación “Servicios financieros para el desarrollo: promoviendo el acceso en América latina”, elaborada por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Caracas es la ciudad con la más alta cantidad de cuentas en su población, con el 81,6%.

Las razones. El estudio de la CAF indaga sobre las razones de la población para no poseer una cuenta bancaria.

En el caso de Santa Cruz, un 56,9% de los encuestados afirma que no abre una cuenta en el sistema financiero formal porque “no tiene suficiente dinero”, un 20,3% porque “prefiere disponer de su dinero de otra forma” y un 15,4% porque “no confía en las instituciones financieras”.

Otras razones mencionadas son “las tasas de interés son muy altas” (10,0%), “no tiene trabajo” (9,5%), “no tiene los requisitos para abrir una cuenta” (8,5%) y “no ve las ventajas de tener una cuenta” (5,4%).

En La Paz, el 72,9% de la gente no abre una cuenta porque “no tiene dinero”, un 16,8% debido a que “no confía en las instituciones financieras”, un 16,6% porque “no tiene trabajo” mientras un 16,3% atribuye la situación a que “prefiere disponer de su dinero de otra forma” (16,3%). Un 12,6% "no ve las ventajas de tener una cuenta".

El análisis. La CAF considera “muy bajo” el porcentaje (34,1%) de población que en Santa Cruz tiene una cuenta.

A nivel general, en América Latina, destaca "el bajo nivel de información que tiene la población sobre los requisitos para abrir una cuenta; casi el 40% de los que no tienen cuenta dicen no conocer los requisitos para obtenerla”.

“En las ciudades donde pocas familias tienen una cuenta bancaria, el nivel de cultura financiera medida por el conocimiento de requisitos para abrir cuentas suele ser menor. Esto sugiere que políticas de educación financiera podrían tener algún tipo de impacto sobre los niveles de uso y acceso”, dice la CAF.