Hasta hace algunos años era imposible pensar que la rica Venezuela rogaría por préstamos a los países aliados para salvar su economía y que pidiera que le vendan productos básicos para el día a día: alimentos y hasta papel higiénico. Analistas económicos y políticos consideran que la economía boliviana, por lo menos en el corto plazo, está lejos de sufrir semejante debacle, pese a que ambas naciones comparten la ideología del socialismo del siglo XXI.
El profesor del Departamento de Economía de la Universidad Central de Venezuela, José Guerra, explica que el colapso venezolano se debe a que bajo el paraguas del socialismo, la base productiva ha sido afectada por el Gobierno, a través de las expropiaciones y nacionalizaciones de empresas productivas que fueron quebrando.
Además, los millonarios recursos que recibía el Gobierno venezolano por la venta del petróleo fueron transferidos, en gran parte, a los sectores más pobres a través del subsidio de bienes, pero sin retorno, es decir sin que se hubiese construido infraestructura, sin inversión en nuevas empresas productivas. “Se fue todo al gasto de consumo en bonos”.
El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Guillermo Pou Mont, cree que no es posible que en Bolivia se replique la crisis venezolana porque “las decisiones que se están tomando y la política macroeconómica del Gobierno boliviano no son similares a las que siguió el Gobierno de Venezuela”. Sin embargo, dijo que eso no asegura nada y que puede presentar otra realidad, si es que cambian las medidas económicas en nuestro país.
El expresidente Jorge Quiroga, experto en temas económicos y cuestionador del régimen chavista, coincide en que “a corto plazo será difícil que se replique en Bolivia lo que ocurre en Venezuela, porque este país aún disfruta de la bonanza China”.
Explica que “en Bolivia la bonanza económica de la minería está más democratizada entre los cooperativistas y las empresas”, es decir que el Gobierno nacional no centraliza ni despilfarra todos los ingresos, y las ganancias por la venta “del gas se reparten a través el IDH”, que llega a gobernaciones, municipios y universidades.
Además, refiere que la estabilidad cambiaria y el respeto a la propiedad privada son fundamentales. Quiroga explica que la defensa férrea de la oposición a esta cláusula en la nueva Constitución Política del Estado permitió mantener las inversiones y la base productiva del país, lo que no pasó en Venezuela.
Por su lado, el analista político Hugo Moldis indica que “es muy difícil que se repita esa crisis porque “en Bolivia tenemos una estructura productiva grande, mediana y microempresarial en el rubro de la agricultura, que permite que más del 90% de los alimentos que se consumen sean producidos en el país”.
RIESGOS
Pese a los buenos momentos, el riesgo de una crisis económica siempre está presente. El analista económico Julio Alvarado afirma que “podríamos llegar a esos extremos si no se cumple con la transparencia en la información y si no hay un eficiente uso de los recursos”.
Alvarado cuestiona, por ejemplo, que no se esté invirtiendo en la industrialización de los recursos naturales. “Todas son promesas, hasta ahora no hay ninguna empresa que esté industrializando materias primas”, afirma. A esto se suma que el gasto del aparato público aumentó: “los funcionarios públicos se han multiplicado por 12 y esa no es inversión productiva”.
Quiroga considera que la economía boliviana se verá afectada si los precios de los recursos naturales que exportamos bajan. “Ahí sí pasaría factura la inoperancia y el mal manejo económico”, dice. Explica que actualmente exportamos 12.000 millones en minería y gas, que ya se estaban produciendo cuando Evo Morales llegó al poder; el problema es que “no hay descubrimientos nuevos de gas, ni gran expansión de la frontera agrícola”.
A esto se suma que otros países han desarrollado sus propias reservas de gas como Brasil, que ha construido plantas de importación y el precio del gas importado por ultramar está camino a ser más bajo que los precios que actualmente se cobran por gasoducto. “Esto muestra un panorama complicado para un futuro mediato (tres, cuatro años) y no veo que se esté tomando ninguna previsión”, precisa.
Moldis responde a las críticas y afirma que “pretender pensar que el presidente (Morales) iba a industrializar al segundo, tercer o cuarto año (de su gestión) lo que históricamente no se hizo desde la fundación de la república es una demagogia o cálculo político interesado”. No obstante, coincide en que se “necesita priorizar la inversión productiva antes que el aumento irracional de salarios, para asegurar la generación de recursos antes que el uso de reservas en gastos sin retorno”. Moldis además asegura que Bolivia necesita tener mayor control sobre el sistema financiero.
Venezuela sufre, Bolivia está lejos de esa realidad, pero debe estar alerta para no caer en los mismos errores.
LA ECONOMÍA BOLIVIANA
Exportaciones no tradicionales
Las exportaciones de productos no tradicionales ascendieron a 2.115 millones de dólares, denotando un incremento del 37% en términos de valor y 29% en volumen, en comparación al 2011. Las ventas de productos no tradicionales representaron solo el 18% del total exportado por Bolivia en el 2012. (IBCE)
Exportaciones tradicionales
Las exportaciones de productos tradicionales significaron en 2012 el 82% de las ventas del país. El porcentaje de crecimiento en relación con 2011 fue de 25% en términos de valor y 14% en volumen. (IBCE)
Importaciones
Durante 2012, las importaciones bolivianas alcanzaron la cifra récord de 8.172 millones de dólares por un total de 4,6 millones de toneladas.
Productos importados
Los principales productos importados son combustibles y lubricantes, artículos de consumo, suministros industriales y bienes de capital, que aumentaron su valor con relación al 2011. (Instituto Boliviano de Comercio Exterior).
Los analistas plantean una intervención internacional para evitar un desastre
La escasez de productos llegó al 22%, la inflación al 35%, las reservas internacionales son mínimas y la crisis cambiaria deja a Venezuela casi en el colapso. A esto se suman los problemas políticos que enfrentan a oficialistas y opositores. Los analistas creen que es necesaria una intervención de los organismos de la región como la Unasur.
El analista Hugo Moldis considera necesaria la intervención de Unasur, de la Celac “para evitar un desenlace tan trágico en Venezuela que va a tener sus efectos, el efecto mariposa, también en nuestros países”.
Para el ex presidente boliviano y estudioso de la política venezolana Jorge Quiroga, este nuevo escenario surge “por un gobierno con la legitimidad cuestionada”. En todo caso, considera también que el caso “amerita un seguimiento más acucioso de la región”
Moldis opina que el Gobierno venezolano tiene el desafío político de “vencer el ambiente de guerra que Estados Unidos construyó” en ese país.
En todo caso, la crisis económica es la que requiere medidas inmediatas. Los medios de comunicación muestran videos de gente enfrascada en carreras maratónicas para adquirir productos en los centros comerciales. El economista venezolano José Guerra explica que de cada 100 productos faltan 22 en los mercados, como leche, harina de maíz, harina de trigo, aceite comestible, carne de pollo, papel higiénico, toallas sanitarias, pañales.
De hecho, Venezuela importa entre el 80% y 90% de los productos que consume. El Gobierno boliviano anunció la venta de papel higiénico a este país. Las intenciones de exportación de papel higiénico de la Papelera Vinto SRL a Venezuela “alcanzan a 60.000 paquetes de 20 rollos, que representan el 0,25% del total de papel higiénico que se produce en el país”.
A la escasez, se suma la crisis cambiara, no hay dólares en el mercado y el precio del cambio fluctúa en diversos niveles.
Las reservas internacionales líquidas de Venezuela se calculan que “apenas llegan a 2.000 millones de dólares, esto para la economía venezolana es prácticamente cero”, explica Guerra. La inflación llegó al 35% en lo que va del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario