Los trabajadores migrantes que viven en Europa transfirieron 109.400 millones de dólares a sus países de origen en 2014, indicó este lunes en un informe el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Esas remesas suponen "una gran ayuda para más de 150 millones de personas en el mundo", pero las familias podrían sacar mucho más provecho de ellas si tuvieran acceso a mercados de transferencia de dinero más competitivos y a servicios financieros específicos que les ayuden a ahorrar o a invertir esos fondos, explicó la agencia de Naciones Unidas.
"Debemos procurar que ese dinero ganado con esfuerzo pueda transferirse al menor precio, pero sobre todo, que permita que las familias se construyan un futuro mejor", declaró Kanayo Nwanze, presidente del FIDA, citado en el informe. Europa Occidental y Rusia fueron las principales fuentes de envío de esas remesas en 2014.
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