El SIN cobrará 50 mil casos de deudas tributarias ejecutoriadas

A partir de hoy el fisco procederá a cobrar a 50 mil contribuyentes que tienen deudas tributarias ejecutoriadas y para ello tomará medidas como el congelamiento de cuentas bancarias y la anotación de bienes, a fin de recaudar esos recursos para el Estado.

El presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), Roberto Ugarte, informó ayer que esos 50 mil casos corresponden a contribuyentes que declaran sus impuestos pero no pagan, por lo que corresponde a la Administración Tributaria tomar medidas coactivas tras una autorización judicial.

“Cuando ya se ha pasado todos los trámites y todos los procesos correspondientes a la recuperación de la deuda tributaria, y si el contribuyente no responde a pagar esa deuda, entonces se toman medidas coactivas, es decir congelar cuentas y anotar bienes”, explicó el presidente del SIN.

El cobro de estas deudas se realizará durante este año, y para que los procesos se agilicen, Ugarte firmó ayer un acuerdo con la directora ejecutiva de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), Lenny Valdivia.

En este acuerdo se establece que se utilizará un nuevo sistema informático que agilizará y modernizará la retención de fondos de las cuentas bancarias de los contribuyentes deudores y de esta manera se recuperará de modo inmediato los adeudos tributarios para el Estado, puesto que estos recursos en lo posterior son destinados al desarrollo del país, a la industrialización y a la mejora de los servicios públicos en general.

La congelación de cuentas bancarias de los contribuyentes deudores será solicitada por el SIN a la Asfi, a través del nuevo sistema informático electrónico, desarrollado para este fin.

“Con este sistema estamos aplicando un servicio más rápido y vamos a congelar las cuentas de aquellos servidores con deudas ejecutoriadas para que inmediatamente se congelen y podamos recuperar la deuda”, dijo Ugarte. Indicó que los trámites ante la Asfi para congelar las cuentas demoraban meses, pero con el nuevo sistema se lo hará en minutos.

Como los trámites demoraban demasiado, Ugarte indicó que algunos contribuyentes deudores se anoticiaban del trámite que realizaba el SIN ante la Asfi, y procedían a retirar dinero de sus cuentas y el Estado no podía recuperar la deuda tributaria.

En una evaluación de los ejecutivos del SIN y la Asfi, se consideró que los requerimientos de congelamiento de cuentas, solicitudes de levantamiento o suspensión de la retención de fondos, debían tener “mayor seguridad”.

Con el nuevo sistema informático, las solicitudes del SIN a la Asfi se podrán realizar de modo ininterrumpido, porque será electrónico, además brindará “confidencialidad e integridad a la información” enviada o recibida, lo que evitará errores o fraudes.

Una vez procesada la solicitud del SIN, la Asfi transmitirá “la instrucción” respectiva de retención para que las entidades financieras actúen de inmediato sobre las cuentas bancarias de los contribuyentes deudores de tributos. El artículo 110 del Código Tributario permite al fisco ejecutar la retención de fondos y otras medidas para cobrar deudas.

Creen que los deudores vaciarán sus cuentas

Para el analista económico Jose Luis Evia, la congelación de cuentas bancarias a través del nuevo sistema informático entre el SIN y la Asfi hará que los deudores tributarios prefieran no tener depósitos en el sistema financiero.

“Los deudores dejarán de estar bancarizados, por lo que realizarán sus transacciones al contado. Si alguien que debe impuestos y sabe que le van a congelar sus cuentas, lo que va pasar es que gran parte de éstos ya no utilizarán la banca”, consideró el analista Evia.

Para que el SIN llegue a solicitar a la Asfi la retención de fondos de las cuentas bancarias de los deudores tributarios, debe agotar las medidas de cobro, y sólo en caso de que el proceso fracase, se inicia la cobranza coactiva.

El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Gabriel Dabdoub, coincidió que para llegar a la retención de cuentas bancarias debe haber un proceso, ya que de lo contrario sería una “arbitrariedad” la medida.