Hace una década, la mora en los bancos llegaba al 12,2%. A febrero de 2015 ese porcentaje no pasa del 1,5%. Es decir, el 98% de los prestatarios son “buenos pagadores”. ¿La razón? La gente adquirió una cultura de pago y cumple religiosamente con la amortización de sus préstamos.
Carlos González se prestó hace dos años Bs 35.000 de una entidad financiera nacional, unos $us 5.000 al tipo de cambio actual, y paga mensualmente un promedio de Bs 1.200. En 12 meses más terminará de cancelar el total del crédito de consumo que le fue desembolsado por el banco a una tasa de interés fija del 13%.
Sus ingresos le alcanzan para cubrir esta obligación, cosa que no podía haber hecho hace diez años atrás debido a que no tenía un trabajo estable y no era sujeto de crédito. Su capacidad de pago y su historial crediticio (dos de los requisitos indispensables que piden los bancos) le abrieron las puertas hace dos años para acceder a un préstamo de consumo, aunque solo sea sobre el 25% de su líquido pagable, que es el porcentaje máximo reglamentado por norma para cubrir una cuota mensual.
Como él, unos 1,26 millones de prestatarios de las entidades de intermediación financiera —de un total de 1,29 millones que hay en el país— cumplen puntualmente con el pago de sus obligaciones, por lo que están catalogados como clientes categoría A (buenos pagadores).
Uno de los factores para la baja tasa de morosidad es el resultado de una adecuada cultura de pago y mayor educación financiera. A esto se añade, afirma la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), la estabilidad y el crecimiento económico que, junto con la reducción de las tasas de interés, contribuyó a mejorar la capacidad de pago de los prestatarios y reducir el índice de mora. “La expansión crediticia fue acompañada por un marco normativo dinámico y una supervisión adecuada, que promovieron una prudente gestión de riesgos en las entidades financieras”, puntualiza.
En este marco, sostiene, se registró una significativa reducción del ratio de mora, que pasó del 3,1% en 2009 al 1,5% a diciembre de 2014. Este nivel contrasta significativamente con el ratio de mora observado a fines de 2004, que fue del 12,2%, señala la entidad reguladora en respuesta a un cuestionario enviado por La Razón.
La Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) añade que el 97,6% de las operaciones crediticias se encuentran clasificadas en categoría A. ¿Qué significa esto? Que ese mismo porcentaje de prestatarios cuentan con la mejor clasificación de riesgo crediticio en el sistema por el cumplimiento de sus cronogramas de pago.
De acuerdo con este gremio, que agrupa a todos los bancos múltiples, un factor preponderante para el comportamiento de la mora se concentra en la calidad del análisis del riesgo crediticio y de otros riesgos que componen la evaluación que se realiza para otorgar el crédito, donde el punto principal es el análisis de la capacidad de pago y los flujos de caja de las empresas y personas.
Para la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Micro Finanzas de Bolivia (Asofin), los factores que influyeron de manera decisiva para la baja tasa de morosidad son: el comportamiento favorable de la economía y la aplicación de políticas crediticias prudentes por parte de las entidades del gremio.
“La mora en el sistema financiero es baja, a febrero alcanza al 1,54%, lo que significa que el 98,46% de los clientes están con sus operaciones vigentes”, añade esta entidad, que agrupa a los bancos pymes.
Ahorro del público y evaluación
Asoban afirma que la adecuada evaluación de riesgos permite precautelar los depósitos del público permitiendo la recuperación de los créditos otorgados. “Debemos tener en cuenta que aproximadamente el 90% de las colocaciones provienen de los ahorros que el público confía a los bancos”, explica el gremio.
50% más de prestatarios
En el periodo 2010-2014, el número de prestatarios registrados en el sistema de intermediación financiera creció en 50,4%, según datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi).
La información estadística da cuenta de que en dicho periodo de análisis el número de personas que accedió a un préstamo pasó de 860.443 a 1,29 millones. En cuanto al sistema bancario, el número de prestatarios subió de 716.432 en 2010 a 1,18 millones en la gestión pasada, con un crecimiento del 58%, de acuerdo con información de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).
Añade que este crecimiento es el resultado de una mayor inclusión financiera y del incremento de los puntos de atención, que de 2.412 en 2010 pasaron a 4.067 en 2014, “llegando a un mayor número de localidades en el país con los servicios financieros”.
Respecto a los clientes de las microfinancieras, la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Micro Finanzas de Bolivia (Asofin) dice que existió un decrecimiento el año pasado. “Durante la gestión 2014 las entidades del gremio han decrecido en 1.716 clientes, frente a un crecimiento de 73.271 durante la gestión 2013. Se entiende que las causas son similares a las descritas al momento de evaluar el comportamiento de la cartera de créditos”. El año pasado, los bancos comerciales incursionaron en los sectores que eran atendidos por las financieras, lo que provocó una desaceleración en la cartera de créditos de las entidades afiliadas a Asofin.
La baja en la mora se debe a dos factores
Para que haya buenos clientes y paguen su deuda a tiempo en los banco hay dos factores. Primero, indudablemente, el crecimiento que ha venido registrando la economía, que ha dinamizado la actividad económica, ha generado mayores empleos, también ha habido mayores ingresos para la población y eso hace que haya una mejor capacidad de pago, tanto de empresas como de las personas. Un segundo elemento es el hecho de que las instituciones bancarias han mejorado mucho sus procesos de selección de clientes a la hora de evaluar el pago de éstos. Las instituciones bancarias, en general, han seleccionado buenos clientes que han demostrado capacidad de pago. Esa mejora de capacidad de pago se ha debido al crecimiento de la economía y al mejoramiento de los ingresos. Es una combinación de ambos aspectos.
Ahora, si en el futuro la economía decrece, puede afectar la actividad económica y los ingresos de las empresas, eso puede deteriorar la capacidad de pago de esas compañías y además provocar que la mora aumente. También puede afectar a la gente que tiene sus propios negocios porque les afectaría a su capacidad de pago.
Por lo tanto, el comportamiento de la economía puede incidir en deteriorar la capacidad de pago de algunos agentes económicos e incrementar el nivel de mora.
Si la mora sube en un futuro, no se puede actuar de forma generalizada, pero la Asfi puede exigir a los bancos que pidan mayores requisitos o más garantías para acceder a los recursos. Esto también puede tener una contradicción con la obligación que tienen los bancos hoy en día.
Armando Álvarez Arnal
es analista financiero
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