De acuerdo a los datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) en los últimos cinco años (a marzo), no se modificaron los sectores que concentraron el crédito bancario, liderizando las operaciones de préstamo el sector comercial.
Es así que este sector mantiene el grueso del crédito bancario, seguido de servicios inmobiliarios y en tercer lugar sigue la industria manufacturera.
A pesar de los esfuerzos por aumentar los créditos para el sector productivo, el comercio se mantiene en primer lugar, aunque de acuerdo a un informe de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) da cuenta que el financiamiento en términos relativos y absolutos se ha incrementado en los últimos años.
Las cifras de la página web de la ASFI al 31 de marzo de la presente gestión muestran que la cartera alcanzó 84.087 millones de bolivianos (12.087 millones de dólares) en comparación del 2014, se registró un aumento de alrededor de 17 mil millones.
A marzo del 2011 los créditos sumaron Bs 38.032 millones (4.602 millones de dólares); el 2012 alcanzó a Bs 46.741 millones (6.715 millones de dólares); el 2013 llegó a Bs 56.649 millones (8.139 millones de dólares). Al 2014 los créditos se situaron en Bs 67.435 millones (9.688 millones de dólares).
POR DESTINO
En 2011, la composición del destino del crédito estaba liderizado por el comercio, en porcentaje significaba 26 por ciento aproximadamente del total de la cartera; en segundo lugar se colocó los servicios inmobiliarios y de alquiler con 23,6 por ciento. En tercer lugar ocupó la industria manufacturera con 15,9 por ciento; y la construcción se ubicó en cuarto lugar, con para participación de 12,9 por ciento.
Esa misma distribución casi se repite a lo largo de los últimos cuatro años, sólo se modifica el porcentaje, pero la lista no cambia en su estructura por sector.
Los esfuerzos del Gobierno en alentar el crédito productivo todavía encuentra obstáculos. La seguridad jurídica es uno de ellos. Hay reparos sobre el retorno del capital en el sector privado.
Los exportadores así como el sector agroindustrial tienen que lidiar con normativa que les impide crecer y vender sus productos al mercado internacional, cuyos efectos se traducen en reales desincentivos a la inversión.
IMPORTACIONES
Estos datos en parte explican también el aumento de las importaciones a lo largo del último quinquenio. Las compras se incrementaron considerablemente, y se ha vuelto China el principal proveedor de artículos. Bolivia registra alto déficit comercial con el país asiático.
Pero no todas las importaciones fueron artículos de consumo, sino también se importó maquinaría (bienes de capital) debido a que el país no tiene capacidad para atender este tipo de requerimientos.
A ello hay que añadir que la devaluación de las monedas vecinas es una oportunidad para el sector comercial. La cotización anclada en Bs 6.96 por unidad de la moneda estadounidense afecta la competitividad de las exportaciones bolivianas. Los exportadores plantearon al Gobierno un dólar diferenciado para el sector a fin de no perder competitividad. Otros operadores de comercio exterior creen sin embargo que hay riesgos en una propuesta de esta naturaleza y prefieren un dólar competitivo para toda la economía, ante las experiencias negativas del pasado.
DATOS
- Las importaciones bolivianas en 2014 fueron de $us 10.249,1 millones, cifra mayor en 12,2 por ciento con relación a 2013, cuando se alcanzó a $us 9.352,9 millones, según estimó el Instituto Nacional de Estadística (INE)
- La oferta de alimentos importados es reflejo de lo que demanda cada vez más el consumidor boliviano
- Las exportaciones bolivianas llegaron a $us 12.856,1 millones en 2014, monto que significa 5,3 por ciento más de lo acumulado en la gestión 2013, cuando se captaron $us 12.207,6 millones.
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