El presidente de la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Microfinanzas de Bolivia (Asofin), Nelson Hinojosa, informó que el sector hizo 18 observaciones al proyecto de Ley de Servicios Financieros y espera que éstas se tomen en cuenta.
Piden que las tasas para los créditos para los sectores de vivienda social y productivo, además de otros temas, sean incluidos en la ley y no fijados mediante decretos.
¿Cuáles son las observaciones que tienen al proyecto?
-Creo que uno de los logros del país son las microfinanzas y se debe incorporar en el proyecto de Ley de Servicios Financieros esta experiencia exitosa.
En más de 500 artículos sólo hemos observado 18 que hacen al manejo de una institución financiera.
Desde el punto de vista empresarial, una entidad financiera tiene accionistas y ellos deben tener el derecho de elegir a las autoridades que van a gobernar la institución. Creemos que las microfinanzas están muy en línea de lo que el Gobierno quiere, como la inclusión financiera, pues abrimos oficinas en el área rural y para todo eso el sector necesita capital, atraer inversión y seguridad jurídica. Pero cuando no hay una regla clara, debido a que los niveles de capitalización mínima que la banca debe tener se moverán por decreto, esto preocupa al inversionista.
Otro aspecto que nos dejó muy preocupados es que se quiera poner porcentajes mínimos de cartera a ciertos sectores. Una entidad maneja sus riesgos y, en ese contexto, debe saber asignar sus riesgos dependiendo de cómo resulta cada una de las operaciones.
¿Qué efectos trae la regulación de tasas?
No estamos en desacuerdo en que las tasas se regulen. El tema central es que debe haber una diferenciación. No es lo mismo prestar a una gran empresa que a una pequeña en el área rural. Hay una variación en los costos y esto se debe reflejar en las tasas de interés.
Además, el proyecto de ley no sólo abarca estas dos áreas, sino que abre la posibilidad de regular las tasas de todos los sectores. No bastará que luego se aclare todo en un reglamento.
Nuestra preocupación es que este aspecto relacionado con las tasas no quede abierto en la ley. Cada año las tasas bajan en un punto y en Bolivia se tienen las más bajas de la región, de 17%.
Lo propio pasa con uno de los artículos en el cual se propone que un porcentaje de las utilidades se oriente a la función social. Nuestro sector, por definición, hace obras sociales.
¿Cuáles son los riesgos de que no se escuchen sus sugerencias?
Si no incorporamos en la nueva ley los costos de las operaciones, se corre el riesgo de que ellas generen márgenes mínimos o pérdidas que en el tiempo van a descapitalizar al sector financiero.
¿Qué efectos causa el que se definan niveles mínimos de cartera para las entidades?
Parte del negocio es saber asignar diferentes porcentajes en cada uno de los sectores de la economía, para poder equilibrar el riesgo de la entidad financiera. Cuando se tienen porcentajes predefinidos, se corre el riesgo de que esa capacidad de movilidad quede trunca.
Se cuestiona que la cartera va más al comercio y no al sector productivo, ¿qué opina de esto?
Creo que la carencia de un sector productivo en el país es un reto compartido entre el Estado, el sector financiero y empresarial. En este contexto, es injusto asignar la responsabilidad sólo al sector financiero; creo que nosotros asumimos el reto desde el punto de vista de aceptar la fijación de tasas para el sector productivo y de vivienda.
Sin embargo, pensamos hacer esto de una manera que incorpore la diferenciación en el propio sector productivo. No es lo mismo una pequeña que una gran empresa.
El contar con más del 70% de los usuarios del sector financiero muestra el rol de Asofin, que agrupa a las microfinancieras.
Estudios Es un administrador de empresas especializado en finanzas en la Universidad de Notre Dame, Indiana, EEUU.
Carrera Tiene una experiencia de más de 20 años en finanzas, como resultado de una amplia trayectoria.
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